Capítulo 30

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Cassiel Grace

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Cassiel Grace

Llevo al menos veinte minutos despierto, sólo mirando hacia el techo, sonriendo como tonto y de vez en cuando, sintiendo mis mejillas arder. No puedo creer lo que hice con Julian ayer.

No sé si me emociona más porque lo hice y no me incomodó o porque lo hice con él. No llegamos mucho más allá que tocarnos, pero eso ya es un avance gigante.

Han pasado ya bastantes meses desde que me pude alejar de Leo, pero no creí que pudiera salir de eso tan rápido, quizá no lo he superado y sólo intento bloquear el dolor, no lo sé, pero al menos no se sintió así.

Realmente lo deseé y definitivamente lo disfruté, así que tal vez sólo esté buscando alternativas que no están.

También está el hecho de que fue con Julian. Yo confío en él, el canciller me ha demostrado incontable número de veces que es un pedazo de cielo o al menos, ha caído de él porque es demasiado bueno conmigo. Hay un solo defecto, una sola cosa que no me gusta, pero nadie es perfecto, ¿No?

Hablando de eso, no sé si estar enojado con ella o conmigo mismo.

Es cierto que mi hermana es una egoísta, ella tiene a Eloy, ¿Y también quiere a Julian? Pero también es cierto que yo le prometí alejarme del Elemental y en vez de eso, me enamoré perdidamente él.

Pero yo ya se lo dije a ella... no puedo controlarlo porque el amor no se puede reprimir y eso ella lo sabe bastante bien.

Yo sólo quiero ser feliz, yo sólo quiero que Julian me ame como lo amo a él. Yo intento cada día demostrarle que lo amo, pero no parece suficiente.

Si así fuera, diría que abandona todo lo de la profecía, pero no lo hace. Mi pregunta es, ¿Realmente la ama a ella?, me lo cuestiono porque no es que hayan pasado demasiado tiempo juntos, entendería que la quisiera, pero, ¿Que la ame?

¿La ama o se siente obligado a amarla?

No lo sé, pero prefiero ignorar esto por un rato más, no es algo en lo que me guste pensar, eso siempre me amarga el rato.

Al pasar unos cuantos minutos más, escucho unos golpes en la puerta, inmediatamente miro el reloj de la pared y noto que es un poco más de media mañana. Carajo.

Olvidé que Julian me dijo que vendría. Es fin de semana, así que decidimos pasarnos el día juntos.

—Un momento —alzo la voz y corro al baño. Comienzo a asearme con gran velocidad—¡Ya voy! —grito cuando vuelvo a escuchar los golpes en la madera. Lavo mis dientes, me pongo un pantalón beige y un camisón azul celeste, calcetas y finalmente salgo del baño cuando vuelven a tocar la puerta—. ¡Ya estoy...!

Divina Eternidad {Elementales 1.5}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora