Capítulo 15

105 18 2
                                    

Julian Parker

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Julian Parker

Había llevado a Claire a la cascada en Bellum. Y aunque me la estaba pasando bien, comencé a sentirme un poco culpable. Soy un maldito traidor.

Primero, la llevé a ese lugar cuando Eloy me dijo que lo haría él. Segundo, le revelé lo que siento por ella. Sólo estoy tomando ventaja, sin importarme todas las promesas que hice con Eloy o los acuerdos a los que llegamos con respecto a Claire.

Pero, ¿Cómo no hacerlo?, ellos se han hecho más cercanos, yo de verdad quiero que ella me escoja. La profecía dice que voy a amarla.

Esa maldita profecía me está complicando la vida más de lo que creí.

Cuando Claire quiso volver a la escuela, cruzamos el portal, entramos a Imperium luego de que Claire usara el aire para secar nuestra ropa, cabello y piel. Entramos para caminar, luego llevarla a su dormitorio.

De momento escucho pasos, seguidos de la voz que menos quería escuchar mientras me encontrara junto a Claire, Eloy.

—Vaya —le escucho decir a mi amigo, de inmediato, veo la expresión aburrida de Claire—, para esto sí que no te cansas, ¿Verdad, Claire?

—No estoy en un duelo mágico con un Elemental que se cree que puede controlar mi vida —suelta ella en el mismo tono que lo hizo Eloy.

—No trato de controlar tu vida —contesta mi amigo, rápidamente, su expresión se vuelve aún más fría al verme a mí—, sólo que no quiero que estés durmiéndote en mis clases.

Yo decido no interferir aún, sé que sólo le  agregaría tensión al asunto.

—Pero si eres tú que al momento de castigarme no me dejas dormir —ella respondió.

Eso sí me hizo mirar a Eloy de mala manera, a lo que él sólo gira los ojos por sentir mi mirada sobre él.

—Sí, pero por eso se llama castigo —al decir esto él dirige su vista al cabello de Claire, lo analiza entrecerrando los ojos y luego los abre dándose cuenta de a dónde fuimos—. La llevaste al río, cruzando el portal —deja salir, más para él mismo en una afirmación—, a la cascada...

Deja la frase suspendida en el aire y me doy cuenta de que eso realmente le afectó, cómo imaginé que pasaría cuando se enterara.

—No importa dónde me haya llevado —dice Claire cruzándose de brazos—, igual, a ti eso no debe de importarte.

—Pensé que ahora éramos amigos, que ya no nos hablaríamos de esta manera —suelta mi amigo, sin mucho qué pensar, sé que lo ha dicho para afectarme, como venganza por lo de la cascada.

Divina Eternidad {Elementales 1.5}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora