CAPÍTULO 15

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Valeria

 Cuándo bajamos las escaleras un rico olor inundó mis fosas nasales, ese olor es inconfundible.

Cuando ambas llegamos a la cocina mis sospechas se hicieron ciertas, como echaba de menos cenar una buena pizza de bacon casera.

La mesa rectangular estaba llena de platos, vasos y bebidas.

-Cuanto habéis tardado-dijo Carlos

-Estábamos lavándonos las manos-dijo Carla replicando

Me senté en una silla entre Rubén y Carla, enfrente teníamos a mis padres y a ambos lados a Carlos y a María.

Mis padres y Carlos ya estaban sentados, la única que faltaba era María que estaba colocando la pizza sobre la mesa.

-¡Que buena pinta tiene!-dije

-La hemos preparado tu madre y yo-dijo María mientras se sentaba en su silla

-Pues parece estar muy rica-dijo Carla

-Me alegro de que os guste-dijo María mostrando una de sus perfectas sonrisas

-¿Podemos empezar a comer?-dijo Rubén en un tono suave

-Claro-dijo María

La velada avanzaba con calma. Nuestros padres conversaban animadamente y comentaban de vez en cuando con nosotros. Clara y yo hablábamos sobre cualquier cosa: nuestros planes para el verano, series en la televisión, la comida… mientras que Rubén permanecía callado.

-¿Te pasa algo?-le pregunté

-No, nada-dijo mostrando una media sonrisa

La pizza estaba realmente buena. De postre comimos un arroz con leche que también había preparado María.

Seguí hablando con Carla hasta el final de la cena cuando decidimos subir para su habitación.

Cuando estábamos subiendo las escaleras nos dimos cuenta de que Rubén venía detrás nuestra, al llegar al segundo piso oí:

-Valeria, espera un segundo-era Rubén

Me detuve y le dije a Clara que se fuera a la habitación y que iría en cuanto acabara de hablar con él. Ella me hizo caso y se metió en su habitación.

-¿Qué pasa?-le dije con un tono suave

-Solo quería volver a disculparme por lo de antes. No quería besarte pero no pude contenerme, no

quiero que juguemos a un tira y afloja, es decir, no quiero decirte que necesito tiempo y besarte porque así lo que hago es crearte dudas a ti y a mi mismo, y no quiero eso, yo no estoy jugando contigo-dijo agachando la cabeza

-Tranquilo,  no pasa nada. La verdad es que yo tampoco pude contenerme

-Gracias por ser así de comprensiva conmigo

-No tienes por que darme las gracias

Entonces se acercó, me dio un abrazo y se dirigió a su habitación.

Cuando entré en la habitación Carla me esperaba sentada en la cama con su móvil:

-¿Qué ha pasado?

-Nada, dice que lo siente y que no quiere jugar conmigo.

-Dale tiempo-me dijo

-Sabes que se lo doy-dije sentándome a su lado en la cama

Después de pasarme en casa de Carla hasta las 00:30 de la noche mis padres decidieron llamarme:

-¡Valeria baja, que nos vamos!-escuché la voz de mi madre

Me levanté de un salto de la cama y recogí mis cosas, me puse de la chaqueta y le dije a Carla:

-¿Me acompañas?

-Claro

Cuando salimos de la habitación nos encontramos a Rubén de pie al lado de la puerta:

-No te ibas a ir sin despedirte ¿no?

-Claro que no

-Bueno yo os dejo-Clara bajó las escaleras y escuché como mi madre le preguntaba donde estaba y ella le respondió que estaba acabando de recoger algunas cosas

Rubén se acercó y me dio un abrazo. Apoyé mi cara contra su pecho y el apoyó la suya sobre mi cabeza.

-Ya nos vemos dentro de dos días, y creo que para entonces ya tendré una respuesta-dijo con voz tranquila

Aquel comentario me dejó sin aliento. Me aparté y lo miré a los ojos:

-¿Enserio?

-Si, creo que si. Pero tengo que pensarlo bien, así que no te aseguro nada-me dijo con una sonrisa

-Vale

-Bueno, tienes que bajar

-Si

Ambos nos quedamos quietos sin saber que hacer entonces yo me giré y estaba a punto de empezar a bajar las escalera cuando vi que estaba unos pasos detrás mia. Extendió los brazos y me dijo:

-Anda, ven aquí

Me acerqué y nos fundimos en un nuevo abrazo

“Te quiero” me susurró

“Y yo a ti” le susurré

Esta vez me separe y bajé las escaleras, notaba su mirada clavada en mi nuca.

Abajo me esperaban mis padres y Carla. Antes de salir Carla me dio un abrazo y le dije:

-Me lo he pasado muy bien

-Y yo también

-Chao Carlos, chao María-les dije

-Chao-escuché sus voces al unísono

Caminamos un poco y me acompañó hasta la puerta que separaba su casa de la acera.

-Bueno ya me contarás que acaba de pasar

-Si

-Y a ver si quedamos mañana-me dijo con una sonrisa en la cara

-Claro-le dije y nos dimos otro abrazo

-Chao-me dijo mientras me subía al coche de mi padre.

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