Capitulo 16.

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Luis.

—¿De donde eres? Tu acento suena un poco raro—.

Estábamos todos en la mesa, las demás personas que estaban en la fiesta, ya se habían ido.

Deniz bebió un poco de su jugo y luego miro a Roberto.

—Naci aquí, pero actualmente resido en París—.

Contesto a lo que los demás solo dijeron un "oh".

—¿Volverás a París?—.

La respuesta ante esa pregunta me dejaba ansioso.

—No estoy segura, una parte de mí quiere volver, pero otra quiere quedarse—.

—¿Quiere quédarse por alguien?—.

—Puede ser—Respondio ella—Puede que no—.

—Siempre una caja de misterios—Opine y me miraron—.

—¿De donde se conocen ustedes?—Pregunto miguel—.

Me recoste en mí asiento.

—Como ya les dije Micky y yo somos amigos, desde niños, nos conocimos y junto a Alex nos hicimos mejores amigos—.

—Ya veo, Micky te sacaste la lotería ella es muy hermosa—.

Reí un poco y volteó a ver a deniz, estaba sonrojada.

—Señor Luis ha llegado una llamada de su padre, quiere que valla a la disquera—.

Suspiré y me levanté.

—Vuelvo enseguida, deniz ve a alistarte—.

—¿Que?—.

Ella me miró confundida.

—Iras conmigo, no te déjare con ellos—.

—¡Ey!—Se quejo Roberto—.

—Esta bien, dame un momento—.

—Bien te espero aquí en 10 minutos—.

Subí a mí habítacion para cambiarme, lo hice creo que en 5 minutos, me Coloque perfume y arregle mí cabello, debía estar perfecto.

Baje nuevamente a la sala y allí estaba ella, con un vestido floreado, unos zapatos con tacon, su cabello estaba atado en una cola, estaba realmente hermosa.

—Tierra llamado a Micky—.

La voz de jorgue me saco de mis pensamientos.

—Bien vamos, volveremos enseguida—.

Deniz.

Subimos al auto, Luis le pidió al chófer que nos llevará a la disquera.

—¿Y yo para que iré contigo?—.

—Por que yo lo digo, además estarás aburrida allí—.

—Estare más aburrida en la disquera que en tu casa—.

—Solo iremos a ver qué quiere mí padre ¿Si?—.

—Yo te esperaré afuera—.

—Como quieras—.

[...]

Tome su brazo y entramos, una que otras personas saludaron a Luis Miguel, no me quede atrás y también las salude, llegamos al ascensor y ambos subimos.

Sentía la mirada de el sobre mi desde que salimos de casa, y estaba realmente incomoda.

—¿Sucede algo? ¿Me veo mal?—.

El nego.

—¿Entonces por qué me miras tanto?—.

—Por que te ves muy bonita—.

—Gracias—.

Las puerta se abrieron, ambos salimos y el fue con su padre mientras yo me límite a quedarme sentada a esperar.

—¡Coño Micky que tienes que hacerlo—.

Creo que no pasaron ni dos minutos desde que llegamos y su padre ya estaba gritando.

Micky salió de la oficina gritando, me tomo del brazo y me saco de allí.

—Mi padre siempre me obliga a hacer cosas que no me gustan, sabe que odio actuar y aún así quiere que lo haga—.

—Micky espera—Dije.

—Y ahora quiere que haga un comercial, ni siquiera me preguntó, solo me dijo que debía hacerlo por que las cuentas están bajando—.

—Micky por favor espera—.

—Y se supone que el debía estár al pendiente de eso, ¿Cómo carajos el dinero desaparece tan rápido?—.

—¡Micky!—.

—¿Que?—.

El volteó a verme, hace tres cuadras que mi tacón se había dañado, y llevaba el otro en la mano, estaba caminando descalza.

—¿Que te paso?—.

—Un pequeño accidente, debéis regresar a casa todos me miran—.

—¿Por qué siempre tienes problemas con tus zapatos?—.

—No lo se—.

Ambos nos sentamos en una banca de allí.

—¿Deniz?—.

Alguien me había llamado.

—¿Martin?—.

𝘾𝙪𝙡𝙥𝙖𝙗𝙡𝙚 𝙤 𝙣𝙤-𝙇𝙪𝙞𝙨 𝙈𝙞𝙜𝙪𝙚𝙡 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora