Festival de otoño; una mirada al futuro

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A la mañana siguiente, KyungSoo y JongIn salieron temprano de la habitación y se reunieron con sus padres en la cocina. Ahí, tanto los Do como los Ahn-Jung, desplegaban sus conocimientos culinarios para formar elaborados platos llenos de delicia y belleza que encantaría a la familia a la hora del almuerzo y la cena.

Los más jóvenes aún no se habían despertado, por lo que KyungSoo se dispuso a hacer el desayuno en una esquina despejada de la cocina mientras JongIn se dirigía al pueblo para comprar algunas cosas que su madre le había pedido con motivos decorativos. No fue hasta que JongIn salió de la cocina después de despedirse de él con un dulce beso que sus padres se movieron de inmediato hacia él con expresiones nada más que pícaras y vergonzosas.

KyungSoo ignoró que estaban a un palmo de distancia de él y comenzó a lavar el arroz para el desayuno.

—Entonces... ¿Tú y el joven maestro JongIn por fin estrecharon todo lo que tenía que estrecharse y juntarse?

—¿Resistió la cama? Quiero decir, los gritos pudieron escucharse incluso hasta nuestra habitación. ¿Realmente el joven maestro es bueno en todo, también en las sábanas?

—Si sus gritos fueron verdaderos, entonces lo es. No habrá que preocuparnos de que se tarden en darnos más nietos porque ya lo tendrán cubierto. El joven maestro JongIn es un yerno diligente. ¡Cuánta suerte!

—Si continúan como anoche, entonces la familia crecerá muy pronto. ¿Cuántas rondas fueron, de todas formas? No pude dormir.

—Creo que fueron tres o cuatro. La última fue la más rápida y la segunda la más prolongada. Estaban realmente inspirados... Creo que puedes tomar apuntes de ellos, querido.

—¡Bueno! —exclamó KyungSoo con las orejas coloradas y la vergüenza a flor de piel—. Nadie quiere saber sobre su vida sexual y, definitivamente, nadie quería conocer los detalles sobre mi intimidad con JongIn, así que, mamá, papá, absténgase de hacer comentarios innecesarios. ¡Tengan respeto por la señora HyeJin y WheeIn!

Su madre bufó ruidosamente, fuera de posibles modales o buen juicio y su padre rió entre dientes mientras se unía a WheeIn para ayudarla a cargar un saco de arroz hasta el mesón.

—Eso es lo que crees, de hecho, desde que amaneció no hemos dejado de hablar sobre lo complaciente que resultó ser el joven maestro JongIn y el buen trabajo que has hecho para hacerlo pasar un buen momento. Incluso le estábamos hablando a HyeJin sobre los gemidos profundos y llenos de deleite de su hijo que, por cierto, también se escucharon hasta nuestra habitación. ¡Él incluso gime bonito! ¿Cómo es posible? Tu padre parece un caballo enfermo. ¡Tengo que callarlo si quiero excitarme!

—¡Mamá, por Dios! ¡Señora HyeJin, perdóneslo, ellos no saben tratar con la gente! ¡Están locos por estar tanto tiempo solos en casa, no los oiga más! —exclamó con el color ardiendo con fuerza en sus pómulos, orejas y cuello y HyeJin rió suavemente, totalmente relajada—.

—No te preocupes, cariño. Esta mujer podrá venir de una familia noble, pero mi hijo sigue siendo mi hijo y cuando se trata de él no hay ningún tema que me avergüence... Gracias por satisfacerlo tan bien anoche, después de esto puedo asegurarte que se ha deshecho de toda la tensión que ha acumulado con estos años en soledad. 

—Oh, por todos los primeros Dioses Celestiales y sus generaciones. No escucharé nada que tengan para decir sobre esto.

Los mayores rieron ante su arrebato. KyungSoo frunció profundamente el ceño ante el pesado silencio que le siguieron a las fluidas carcajadas y exclamó con una pequeña sonrisa inevitable, totalmente vencido ante ellos.

—¡Yah! ¡Sí, sí! JongIn es un gran amante, ¿bien? ¡Me hizo el amor toda la noche, lo monté dos veces y gime muy lindo! ¿Satisfechos?

Esta vez las carcajadas fueron estruéndosas y prolongadas. KyungSoo se encontró satisfecho luego de eso y volvió prontamente a su tarea en el fogón mientras el tema de conversación cambiaba de dirección a algo más apto y acorde a esas horas impías de la mañana.

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