JongIn y KyungSoo se despidieron de sus padres y sus hijos cuando la sesión de los fuegos artificiales acabó. SooBin se colgó al cuello de KyungSoo y lo llenó de besos, JongSoo lo abrazó con fuerza no mucho después y susurró un dulce "felicidades" que enterneció su corazón.
Los invitados dormirán en una carpa llena de magia que les había proporcionado el mismísimo emperador, con quien JongIn había hecho amistad desde el momento de su coronación, o, aquellos que eran diestros en el arte de la teletransportación, se dirigirán directamente a casa cuando se encontraran satisfechos del alcohol, la música y las bromas. Así, KyungSoo y JongIn tendrían la casa exclusivamente para los dos y conseguirían ese sentimiento de intimidad perfectamente.
Al llegar a la entrada de la mansión, JongIn le quitó las botas a KyungSoo cuidadosamente, luego se quitó las suyas y entraron con un par de sonrisas cómplices. KyungSoo fue conducido por su esposo directamente hacia su habitación con paso calmado y tranquilo, tomados de la mano en todo momento y sintiendo el corazón latiendo con fuerza en sus oídos.
Ciertamente, KyungSoo no era un puritano ni mucho menos, sin embargo, esta era su noche de bodas y se sentía un poco ansioso, por muy tonto que resultara ser; aún así, la curva ligera en sus labios fue algo que nada pudo arrebatarle y el deseo de pertenecerle a JongIn en todos los sentidos fue palpable.
El más alto deslizó la puerta de su habitación y dio un paso a un lado para que KyungSoo entrara primero, sin embargo, cuando vio el interior de la alcoba su corazón se sacudió profundamente en su pecho y sus mejillas se llenaron de color. Siempre había disfrutado de la sencillez de la habitación de JongIn, su calma infinita y la paz que traía consigo en cualquier momento del día, pero ahora se sentía maravillado al ver la cama completamente nueva, con un dosel rojo cayendo con fluidez y elegancia hasta el suelo de madera. Las sábanas relucían con ayuda de las linternas esparcidas en los lugares adecuados y había un olor curioso en el aire que picaba en su nariz y hacía que sus entrañas se apretaran.
Sobre las mesitas de noche había una bandeja llena de frutas, una botella de vino y dos vasos, también un cambio de ropa interior limpia junto a algunas sábanas nuevas perfectamente dobladas. Tras la pantalla de privacidad se encontraba la nueva bañera de un tamaño mucho más cómodo para dos personas adultas, llena de agua tibia con sales de baño y pétalos de rosas. Finalmente, dentro de un jarrón, perfectamente cuidadas y dándole un toque delicado y sutil a la decoración para hacer el amor, se exponían lindas magnolias blancas y rosadas con sus grandes pétalos saludándolo al llegar. KyungSoo sonrió aún más al verlas y dio un paso al frente, adentrándose en el lugar y bañándose con los detalles a su alrededor luego de tanto tiempo sin poder estar ahí.
JongIn lo alcanzó no mucho después, incapaz de mantenerse alejado, rodeó su cintura con sus manos y se permitió ser completamente cariñoso al encontrarse a solas. Los besos salpican sus mejillas y KyungSoo ríe y rodea las manos de JongIn con las suyas.
-Extrañé volver aquí contigo. También te extrañé mucho y a los chicos. Ah, realmente eché de menos todo esto. No nos separemos de nuevo, por favor, yeobo. Complace a este pobre hombre con su petición.
JongIn sonrió contra su piel, puede sentir la figura curva en su cuello y el cambio en su respiración. KyungSoo lo sostiene con más fuerza y los mece de un lado a otro afectuosamente.
-También te he extrañado; eres mi hogar y sin ti me sentí un poco perdido. Es bueno volver a casa después de tanto tiempo -JongIn juntó su mejillas con gentileza. Se había rasurado los rastros de su barba y la suavidad de su piel acarició dulcemente la de KyungSoo-. Tu yeobo siempre va a complacer tus deseos.
KyungSoo giró un poco el rostro para poder mirarlo y su aliento golpeó sus labios. Olía a vino y dulces, a frescura y un poco picante; el olor en la habitación molestó un poco más en su nariz y su vientre se apretó de nuevo. A pesar de eso, KyungSoo quedó prendado de los ojos oscuros de su esposo, de la belleza de su rostro y la fascinante figura de sus labios carnosos.
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Destinos Cruzados
FanfictionSiendo un zorro de nueve colas en el mundo espiritual, KyungSoo aprendió muchas cosas: defenderse, escapar, ocultarse, sobrevivir, cazar y soportar la soledad. Estaba capacitado para mantenerse vivo en una guerra, era experto en el arte de la cautel...