Capítulo 3: Próximo objetivo

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POV MARIZZA

Me giré en cuanto escuché que alguien entraba estrepitosamente al aula.

- Perdón señor Dunoff - habló Javier atropelladamente - no pude llegar antes.

Contuve la respiración. Un frío helador se extendió por mi pecho cuando escuché su voz; no lo podía creer. Aunque en mi fuero interno, ya lo sabía. Sabía que algo no iba a ir ir bien. Mi intuición, una vez más, había acertado.

Cerré los ojos con fuerza y maldije en voz baja. Me latía tan fuerte el corazón que me sentía mareada.
No conseguía aclararme las ideas, y notaba el estómago revuelto.

Todos pensábamos que Javier ya era historia; a finales del año pasado gracias a Guido logramos que lo expulsaran del colegio. Y ahora estaba devuelta. No entendía nada.

Pablo se levantó al instante, su cuerpo estaba completamente tenso y su cara era el vivo reflejo del enojo.

- Que haces vos acá!? - gritó encarandolo.

Pude apreciar por las caras de los demás chicos que ellos tampoco entendían la razón por la cual Javier había vuelto.

- Me parece que no te tengo que dar explicaciones a vos Pablito - respondió Javier.

-Si no recuerdo mal, te expulsaron- Pablo cruzó los brazos lentamente mientras un músculo vibró en su mandíbula. - No tenés nada que hacer acá.

- Te equivocas como siempre Pablito - posó su mirada en mi y sonrió cínicamente - tengo un montón de cosas pendientes.

Hice una mueca y lo fulminé con la mirada a la vez que Pablo resoplaba. Lo conocía lo suficiente como para saber que estaba a punto de perder la poca paciencia que le quedaba.

Era mi turno de intervenir.

- ¡¡Alanís y Bustamante!! ¿En donde se creen que están? ¿en un ring de boxeo!? - les reprendió el chancho. - Vuelva a su sitio Bustamante. Y usted Alanís ubíquese en algún lugar y siéntese.

Era la primera vez que agradecía el griterio de Dunoff, me había evitado realizar una intervención a la que no estaba preparada. No quería perder los papeles el primer día de clase, y eso era lo que hubiera pasado si Dunoff no hubiese hablado.

Mi paciencia cuando se trataba de la bosta de Javier era nula.
Bueno era nula en general.

- Después de este numerito tan bochornoso, me gustaría aclarar un par de cosas - siguió diciendo Dunoff.

- Aclarenos que es lo que hace la bosta de Javier acá - le interrumpió Guido indignado.

- ¡¡Lassen por favor!! - exclamó Dunoff atravesandonos con la mirada. - ¡Será que me dejen acabar de una vez! Siempre es igual con ustedes por dios.

El silencio inundó la clase. Todos estábamos esperando la repuesta del chancho a Guido.

- Bien - asintió cuando vió que manteníamos el silencio. - El alumno Alanís vuelve a la institución porque su expulsión quedó invalidada; por lo tanto tiene el mismo derecho que ustedes a estar acá.

El aire del aula se llenó de tensión e inmediatamente se comenzaron a escuchar los murmullos de los chicos.

¿Invalidada? ¿Pero el chancho se había vuelto loco?

- ¿Invalidada? -preguntó Tomás rascándose la nuca confundido. - ¿Porqué?

- Aún no acabé la explicación Ezcurra - le espetó Dunoff. - Como les iba diciendo, la expulsión quedó anulada porque yo nunca firmé el papel correspondiente, sino que fue Bustamante quien lo llevó a cabo.

SUEÑOS REBELDES (Rebelde Way 3Tª)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora