Capítulo 2: Nuevo comienzo

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POV PABLO

No sabría decir con exactitud cuándo me quedé dormido, pero cuando volví a pestañear y a abrir los ojos, un leve brillo iluminaba la habitación, provocado por los rayos de luz que atravesaban las cortinas azules de mi habitación.
Mi cerebro necesitó un par de segundos para procesar la información: estaba en mi dormitorio, en la casa de mi mamá y con mi mamá.

Desde que habíamos vuelto hace unos días de las vacaciones no me había separado de ella, la había estrañado mucho y la necesitaba.
En cuanto supe que Mora volvía a Buenos Aires gracias al llamado que le hizo Marizza, me puse realmente feliz; por fin tenía a mi mamá de vuelta, a mi lado.

– Pablito hijo, bajá a desayunar o llegarás tarde el primer día! – escuché que me gritaba mi mamá.

– Ya voy ma – le respondí.

Me levanté de la cama y comencé a vestirme con el uniforme del elite. Hoy daba comienzo un año más, el último, por suerte.

Una vez listo, salí de mi cuarto y me dirijí por el largo pasillo hasta llegar a la cocina donde se encontraba mi mamá preparando el desayuno.

– Buenos días ma – la saludé mientras me inclinaba para darle un beso en la mejilla y después sentarme a desayunar.

– Buenos días hijo – me dijo poniendo un jugo en la mesa –. Ahora te traigo las tostadas, pero tenés que apurarte, no quiero que llegues tarde el primer día.

– No te preocupes, en unos minutos pasará Tomás con su auto a buscarme e iremos juntos al colegio.

– Y Marizza? Pensé que irías con ella – me miró extrañada.

– Ayer en la noche hablé con ella y quedamos en vernos allí – le expliqué mientras bebía de mi jugo –. Además me contó que Sonia estaba como loca de contenta por llevarlas a ella, Luján y Mia al colegio.

– Son una gran familia – habló mi mamá con un deje de nostalgia.

– Si, la verdad que si lo son – sonreí –. Y son muy buena gente, conmigo se portaron re bien durante las vacaciones.

Mi mamá asintió conforme a mi respuesta; pero eso me hizo notarla ausente, como si tuviese otra cosa en mente.

– Oye ma, estás bien?– no pude evitar preguntarle–. Desde que me levanté te noto rara, como si algo te estuviese preocupando.

– No Pablito, no me pasa nada, no te preocupes – se acercó a mí y puso un plato de tostadas sobre la mesa – come rápido hijo, que seguro que  Tomás estará apunto de llegar.

Y como si mi mamá tuviese el don de la invocación, en ese momento se escucharon varios pitidos desde fuera de la casa.

Rápidamente cogí del plato una de las tostadas que puso mi  mamá en la mesa y me la llevé a la boca mientras me levantaba y me ponía la campera.

Me acerqué a mi madre y la abracé para despedirme.

– Gracias por volver conmigo sin dudarlo ma, ya sé que lo he repetido varias veces durante estos días, pero yo no me porté muy bien con vos, y que ahora estés acá me hace muy bien – le confesé. – y saber que puedo confiar plenamente en vos me pone muy feliz. Porque si algo pasara me lo contarías, cierto?.

– A mi también me pone muy feliz estar con vos – me dijo delvolviendome el abrazo. – Y no tenés que darme más las gracias por volver, soy tu mamá Pablito y yo haría cualquier cosa por vos.

– No respondiste a mi pregunta ma, si algo cualquier cosa te estuviera atormentado me lo contarías, verdad? – volví a insistir separandome del abrazo.

SUEÑOS REBELDES (Rebelde Way 3Tª)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora