SUEÑOS REBELDES (Rebelde Way 3Tª)

Capítulo 10: Consejos de amigas

POV MARIZZA

Tres días. Ese es el tiempo que ha pasado desde la última vez que tuve una conversación real con Pablo.

El ensayo que tuvimos hace un par de días fue bárbaro. Mía nos presentó una nueva canción que compuso, y  los cuatro andamos muy emocionados de poder estrenarla y mostrarsela a nuestros amigos y seguidores.
Pablo también nos contó que estaba componiendo algo, pero que a penas había comenzado.
Lo bueno es que si seguimos así, Erreway podrá sacar un nuevo disco pronto. Solo nos falta un representante y firmar con alguna discográfica.
Por mi parte, no pude hablar con mi mamá de momento. Anda como loca con los preparativos de la boda.
Si, mi mamá y Colucci se casarán en unos meses.. Así que no pude preguntarle si sabía de algún conocido que pudiera ayudarnos con la banda.

Las clases siguen siendo tan aburridas como siempre. Lo bueno es que la semana que viene podremos apuntarnos a los talleres. Que al igual que el año pasado yo estaré bailando como porrista junto a las demás chicas, excepto Luján que anda insistiendo en jugar con los chicos al rukgby, aunque parece ser que a Dunoff no le convence mucho la idea.

– ¡Eu, Marizza! – me llama Luján mientras acaba de abotonarse la camisa. – ¿Qué pasó? Te quedaste colgada.

Empieza un nuevo día y yo tengo cero ganas de levantarme de la cama.

– Nada, estaba pensando – le respondo mientras me incorporo y quedó sentada sobre la cama.

– ¿En que? – pregunta Pili que se dirige al armario a coger su remera.

Este año ella duerme con nosotras, porque Fernanda pidió un cambio de habitación y ahora duerme con Belén y Delfina. Mientras Mía, Vico y Feli tienen su habitación de siempre. La única habitación que sigue siendo de cuatro es la nuestra, pero no tengo problema en dormir con Luji, Laura y Pili. Con las tres tengo muy buena onda y Pili en el último año se convirtió en una buena amiga.

No me da tiempo a contestar porque Laura se me adelanta.

– ¿Pablo? – sugiere.

Resoplo llevándome las manos a la cara.

El tema de Pablo me esta volviendo loca. Estar tres días sin apenas hablar con él me tiene subiendome por las paredes. No  aguanto más esta situación.
Cuando tuvimos el ensayo Pablo fue cordial y amable conmigo, incluso el día en el que hicimos la promesa él estuvo bien.
Pero una vez que los temas de la banda finalizan, también se acaba la buena onda. Él simplemente se aleja y decide que no existo.
Tampoco me sorprende porque su lema siempre fue "por la banda hago cualquier cosa".
¿Y por mi?, ¿Por mi que está dispuesto hacer?.
Sé que fuí yo quien la cagó. Yo le mentí cuando dijimos que nos lo íbamos a contar todo.
Y no me arrepiento, porque lo quiero cuidar. Esto lo hago porque siento que si se entera de las intenciones que tengo para acabar con Javier, se entrometará y no me dejará hacer nada. Y yo no quiero que Pablo se meta en ningún quilombo relacionado con Javier. Cuanto más lejos de él mejor.

– Encaralo y pedile perdón Marizza – me dice Pili mientras acaba de ponerse la remera. – No hay porqué darle tantas vueltas al asunto. Vos la cagaste, vos vas y lo arreglas.

– Pilar tiene razón Marizza, hablen las cosas – me aconseja Laura.

– No es tan sencillo chicas– digo cabizbaja.

– Mira Marizza, vos sabes que yo no soy muy fan del muñequito de plástico– comienza Luján.

La miro mal por el apodo que ha utilizado para referirse a Pablo, pero no digo nada y dejó que continúe.

– Pero tengo que admitir, que en los últimos meses él cambió mucho y este verano he podido ser testigo de lo mucho que te quiere. Hablá con él y listo. No se porqué te tardas tanto. ¿A que esperás?, ¿A perderlo?. Porque si seguís así es lo único que vas a conseguir.