Capítulo 13: Resistiré

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POV LUJÁN

Habíamos revisado prácticamente todo el colegio, y ni rastro de Maritza.
Mi preocupación iba creciendo por momentos, dando paso a la ansiedad.

Miré a Pablo que andaba rápidamente al lado mío, en su mirada también se podía atisbar la preocupación y el miedo.

Acababamos de salir de la lavandería, y ya solo nos quedaba un sitio por revisar.

- ¿Mía y Feli no te mandaron ningún mensaje? - le pregunté a Pablo, como última esperanza.

Negó con la cabeza mientras se pasaba la mano por el pelo. Una muestra de que estaba realmente nervioso.

- Miremos en el gimnasio, es el único sitio que nos falta - me recordó.

Si no encontrábamos a Marizza en el gimnasio estoy segura de que me podría dar un infarto. Y por la cara que tenía Pablo, a él le iba a dar otro.

Ambos nos dirigimos deprisa hacia el aula donde haciamos deporte y ensayabamos con las porristas.

Cuando llegamos a la puerta, tanto Pablo como yo nos quedamos quietos.

- Dale, abrí la puerta - pidió Pablo.

"Por favor que esté Marizza acá" pensé.

Cogí aire y comencé a abrir la puerta con lentitud, por miedo a no encontrarla ahí.

En cuanto abrí la puerta por completo... la ví.

Ahí estaba.

- ¡MARIZZA! - grité angustiada.

Estoy segura que todo el Elite pudo escuchar mi grito. Sin embargo, Marizza parecía no haberme escuchado.

Fui corriendo hacia ella.

Se encontraba con la espalda apoyada en el espejo y las rodillas dobladas contra su pecho mientras se abrazaba a sí misma.

En su lado izquierdo había un sobre y una hoja tirados, además de una carta que cuando me fijé bien pude comprobar que era el rey de oros.

¿Pero que mierda?, no entiendo nada.

Dejé mis pensamientos en segundo plano y en cuanto llegué a su lado la abracé.

- Me asustastes idiota - le confesé sin dejar de abrazarla. - ¿Se puede saber que haces aquí?

No me contestó, y yo me separé para observarla mejor.

Marizza tenía la mirada pérdida, su cuerpo estaba aquí pero su cabeza estaba en otro lado.

- ¡Ey Marizza! - puse mi mano delante de su cara y la sacudí varias veces para ver si así reaccionaba.

Pero ella siguió igual y yo me estaba asustando.

¿Que le pasaba?

En ese momento pude apreciar la presencia de Pablo detrás mío. Me di la vuelta y le dí las gracias con la mirada por haberme dejado mi espacio con ella, aun sabiendo que él lo estaba pasando fatal.

Me eché un poco hacia atrás, para dejarle espacio a Pablo y que así se pudiera acercarse a Marizza completamente.

En cuanto Pablo se percató de mi gesto, no dudó ni en segundo en acercarse y acuclillarse delante de ella.

- Marizza amor, mírame - le dijo Pablo suavemente mientras colocaba sus manos en los brazos de ella.

Pablo parecía tranquilo mientras le hablaba, pero yo sabía que se estaba muriendo de la angustia.

SUEÑOS REBELDES (Rebelde Way 3Tª)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora