SUEÑOS REBELDES (Rebelde Way 3Tª)

Capítulo 20: Explicaciones (parte 2)

POV MARIZZA

Mi cuerpo se movió por si solo, dando un paso hacia atrás. Como si quisiera esquivar el dolor que le producía esa confesión.

"Fui a la cárcel a visitar a mi papá"... A visitar a mi papá... A mi papá... A mi papá" sus palabras retumbaban en mi mente haciéndose eco una y otra vez.

Noté como un temblor me atravesaba haciendo que mis rodillas se doblasen levemente, por lo que extendí mi mano derecha para agarrarme a la mesa que había en medio de la habitación de lavandería donde se encontraban varias sábanas de distintos colores.
Mi agarre en la mesa hizo que me pudiera estabilizar. Sin embargo, podía percibir que el temblor en mi cuerpo seguía presente y mi respiración de hacia irregular por momentos.

Tragué saliva con dificultad. Un nudo se había firmado en mi garganta, producto de la fuerza que estaba haciendo para contener mis lágrimas.

"Dale Marizza, sos fuerte, vos podés con esto" me dije a mi misma.

A pesar del calor que hacía en la habitación, una sensación de frío me envolvió, congelándome por completo. Sólo una vez me había sentido así, y el causante también había sido él. El dolor de la traición había vuelto, arrasando con todo a su paso y rompiéndome poco a poco. Acabando con todo lo que habíamos logrado construir estos meses.

"¿Porqué mi amor?. Confiaba en vos."

No puedo evitar sentirme molesta conmigo misma, porque no puedo hacer que el dolor se detenga. Incluso me duele el estómago haciendose presente las ganas de vomitar.

"Respira Marizza, respira" vuelvo a repetir en mi mente.

Intento coger aire, todo lo que mi nerviosismo me permite. Y enfoco mi mirada en él.
Pablo también parece estar sufriendo, su cabeza está inclinada hacia abajo y sus ojos parecen brillar, el color celeste cristalizandose por las lágrimas que se le acumulan y no ha dejado caer.

¡Mierda! Siento que me asfixió. No puedo verlo sufrir. Sin embargo, esta situación es culpa suya. Y me da rabia sentir lástima por él cuando es el causante de nuestro dolor.

- Marizza - su voz apenas un susurro para mis oídos. Intenta acercarse a mi, pero yo reculo varios paso hacia atrás. Apenas quedando espacio entre la pared y yo.

- No me toqués - le exijo cuando veo que levanta su brazo para tocarme.

Pablo se detiene bruscamente, como si mis palabras le hubieran golpeado.

- Por favor, no hagas esto - me suplica. Su cara reflejando un dolor que me parte el alma. Pero necesito esta distancia entre los dos. Si se acerca a mi, terminaré rompiéndome por completo. Y necesito mantener la poca cordura que me queda para poder cumplir mi promesa y escucharle.

- Vos hiciste esto - le recrimino. - Todo acto tiene su consecuencia.

Pablo hace un leve asentimiento con su cabeza, prácticamente imperceptible. Pero yo logro darme cuenta que me ha dado la razón con ese pequeño gesto.

Él pasa una mano por su frente y lanza un suspiro antes de empezar a caminar por la habitación con su mirada en el piso.
Su silencio ante esta situación me está enloqueciendo. Quiero gritarle que hable, porque no aguanto más esta incertidumbre. Pero no lo hago, simplemente me dedico a mirarlo esperando a que diga algo, cualquier cosa.

- No se por donde empezar- admite con un hilo de voz. Su culpabilidad desbordándose con cada palabra que dice.

- ¿Por el principio tal vez? - le digo me manera irónica.