Prologo

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Un recuerdo en el olvido...


Su olor era embriagante, hacia diferencia a las 5 copas de whiskey en las rocas que me había tomado. Mi mente no estaba en sus cabales. Ni siquiera sabía que estaba pasando a mí alrededor, sus manos estaban en todo mi cuerpo, podía sentir el calor de sus manos en mis muslos. Su aliento mezclándose con el mío, su lengua haciendo estragos por mi cuello. Mordisqueaba el lóbulo de mi oreja, creando las mejores sensaciones del mundo que nunca antes había sentido. Mi mente no estaba captando nada, yo solo era un mar de sensaciones desconocidas por mí. Mis piernas estaban amarradas a sus caderas estrechas y perfectas. Mis manos inexpertas viajaban atreves de sus abdominales, convertidos en olas entre mis dedos. Nuestras lenguas danzaban como si nuestras vidas dependieran de ello. La frescura de su boca contra la mía era el cielo convirtiéndose en ceniza.

Mi pulso se detuvo cuando su mano paso a mi trasero, pero no la detuve. Yacía en una cama desconocida pero no me importo. Mi camisa voló a alguna parte de la habitación y la de él también. De un momento a otro me arranco mis pantalones haciéndolos una tela inservible. Y allí estaba yo, en ropa interior, mis dedos buscaban el botón de su pantalón, hasta encontrarlo y desabrocharlo con desespero y cierto nerviosismo. Se quitó los pantalones quedándose en unos deliciosos bóxers color negro, haciendo que mi respiración se dificultara más. Se colocó encima de mí, besándome, llenándome, con su boca experta.

El arranco mis bragas con fuerza y lo próximo que sentí fue algo duro y caliente invadiéndome interiormente. Era resbaladizo y grueso, pero una sensación de satisfacción me acogió por completa. Yo sabía lo que estaba pasando pero no podía parar era muy tarde para eso. Sus ojos azul cielo pararon en mí, mirándome como una pieza de oro perfecta. Nuestros cuerpos eran uno en ese momento, y nos movíamos en sintonía. Su pelo de color castaño me rozaba la piel sudada y sus manos dándole abrigo a mis senos expuestos. Nosotros teníamos sexo, duro, cruel y sin sentimientos. Solo eso nada más. No había amor y nunca jamás lo habría.


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