"El recuerdo es agridulce"
Addison Pitts
Dejé que mis lágrimas tocaran el suelo...
Caí en el mismo abismo otra vez.
Volví a romperme.Mí pasado venia por mí de nuevo. Estaba cansada de huir de él, siempre aparecía cuando creía que todo estaba marchando bien. No tenía amigos, ni padres que supieran, solo tenía a Luke y no estaba en la casa para levantarme de lo más bajo que he caído otra vez.
Estaba sola.
Lágrimas y más lágrimas salían de mí como una cascada infinita y en retrospección. No quería llorar estaba harta de llorar, una psicóloga que no puede tratarse a sí misma pero que si trata y ayuda a otros. Tan irónico.
No podía culpar a Aaron, yo fui la que comenzó el juego y la qué claramente no lo pudo terminar. ¿En qué rayos estaba pensando? ¿Porqué tuve la necesidad de hacerlo? ¿Porque quise probarme a mi misma hasta donde podia llegar sola?
Todo estaba mal, yo estaba mal. No podía permitir que ese miedo volviera a mi otra vez. Ese club me destrozaría y ya lo estaba logrando. Quería alejarme de esa vida que una vez tuve pero volvía a mí. Claris era mi amiga y ella no sería capaz de llevarme a ese club apropósito...
Pero ahora que lo pensaba tenía sentido si ella siempre supo que Mishell nos llevaría a eso Claris debía de impedirlo pero no lo hiso, solo me lo oculto.
Ella quería que yo caerá de nuevo.
Entonces todo se me hiso claro. Ahora solo me faltaba la razón por la cual lo hiso, razón que obtendría pronto.
Teniendo todo esto en cuenta me levante de la esquina oscura de la habitación en la que ni siquiera recordaba cómo había terminado en el piso, llorando y gritando; me quité el resto de la ropa que llevaba y me sumergí en la ducha en un mar de recuerdos.
*Recuerdos Enterrados*
— Vamos preciosa te tengo un regalo... — decía aquel hombre alto y canoso. Él me daría una sorpresa, pero yo no quería sus sorpresas. Él era malo conmigo.
— Amo, yo no quiero sorpresas... — susurré y cerré los ojos con fuerza al negarme, nunca podía negarme.
— Eres una mocosa malcriada, ¿No valoras lo que te doy? — preguntó sosteniéndome por los brazos y restregándome contra la pared.
— Mi a-mo... yo solo quiero lo que usted quiere. Y sí mi amo yo valoro lo que me d-as. — tartamudee con fuerza. Él era mucho más grande que yo, yo era débil, tonta y muy pequeña.
— Muy bien perrita, ahora yo quiero que quieras lo que quiero, ¿De acuerdo? — dijo mientras aflojaba mis brazos. Tenía miedo, estaba temblando. Él siempre era bueno si yo era buena...
— Si mi amo.
— Bien, entonces yo quiero que aceptes el regalo. ¿Te negaras de nuevo?
— No mi amo, no me negare.
— Muy bien Amanda. Ahora entra en esa habitación y ahí estará tu regalo. — dijo dándome una nalgada alentándome a entrar en la puerta que me señalaba con el dedo.
Entré a la habitación torpemente y un frio me arribó tan pronto cerré la puerta tras de mí. Llevaba una falda que terminaba exactamente donde empezaba mi trasero y una camisa escotada que le daba volumen a mis pechos casi desbordados. Para ser tan pequeña en edad no era tan pequeña en cuerpo por eso era la favorita de Caleb, mi amo.
![](https://img.wattpad.com/cover/34869256-288-k271555.jpg)
ESTÁS LEYENDO
EL Club de Sexo
HumorQuien diría que la vida se basa en momentos rápidos y como viento desaparecen. Momentos que nadie más puede ver más que tú. Momentos tristes y alegres. Momentos de enojo e inseguridad. Esos y muchos más ocupan nuestro corazón y mente. Pero solo en u...