Efectivamente, al día siguiente, los periódicos estaban inundados de mi cara junto a la de Chad. Eso también incluía una nueva sesión de fotos de George junto a la chica en Bakú. Me recordó que no había vuelto a contestar al mensaje de George, aunque terminé decidiendo que era mejor dejarlo en leído, no había mucho a lo que contestar.
La semana siguiente fue intensa, tuve mi primera sesión de fotos junto a Kelly, que me enseñó varios trucos para posar que yo no sabía. Alguna de las sesiones también incluían a Chad, que buscaba continuamente colocarse a mi lado.
El mes pasó volando, y para mi decepción, no, no había vuelto a mantener contacto con George. De hecho, con nadie relacionado, ni Charles, ni Lando, ni Mick... Cada día estaba más metida en el trabajo, ya que me absorbía las horas y casi no podía descansar porque estábamos en plena campaña.
Chad había intentado sacarme a cenar dos noches, pero yo no me sentía con ganas, no me apetecía. He de decir que cada día me caía mejor, porque se abría a todos sus compañeros, y el ambiente de trabajo era muy bueno. Lucy no paraba de repetirme que intentara tener algo más que una amistad con Chad, ya que había coincidido con él varias veces y según me decía, cada vez le caía mejor.
En definitiva, todo lo que iba avanzando con el modelo, lo perdía con el piloto, por no decir que había perdido por completo al piloto.
Accedí finalmente a salir a cenar una noche con Chad, ya que no tenía nada mejor que hacer y en mi casa me aburría bastante. Me arreglé mientras hacía videollamada con Lucy, quien me aconsejaba en estilo.
-Este no, te hace los hombros caídos-. Dijo a través de la pantalla señalando una blazer negra.
-Vale, entonces mejor esta-. Dije convencida cogiendo una cazadora de cuero negra.
-Sí, para el vestido que llevas te queda mil veces mejor-. Mi amiga hizo referencia al vestido, que era sencillo, ajustado al cuerpo, y de color rojo.
-Genial, muchas gracias por ayudarme Lu-. Dije en forma de despedida.
-Sabes que no es nada. ¡Oye! Acuérdate de llevar protección, nunca sabes si estos chicos van a ser lo suficientemente atentos para esas cosas-. Lucy esbozó una sonrisa pícara.
-No lo voy a necesitar, porque no va a pasar nada-. Rodé los ojos.
-Lo que digas... Nos vemos Mía-. Colgó entre risas.
Yo terminé de maquillarme, aunque no me esforcé mucho. No quería parecer interesada en algo más que no fuera una cena de amigos, o de compañeros de trabajo. Chad me mandó un mensaje diciendo que me estaba esperando en mi portal y bajé lo antes posible.
-Vaya, estás guapísima-. Dijo nada más verme.
-Gracias tú tampoco estás nada mal-. Planté dos besos en sus mejillas.
-Gracias Mía, ¿vamos?- Me invitó a entrar en el coche.
Nos pusimos rumbo al restaurante, Chad iba vestido con una camisa blanca impoluta, que me hizo recordar a George cuando se arreglaba, y con unos chinos negros.
Llegamos al restaurante y el camarero nos asignó la mesa reservada por Chad el día de antes. Comenzamos a tener una conversación agradable, sobre el trabajo y CK, mayoritariamente.
-Bueno, dejemos a Calvin por hoy-. Se puso recto en su silla.- Cuéntame sobre ti.
-Verás...- Conté parte de mi vida, y mis visitas constante a la F1, aunque me reservé lo de George.
-Sí que estás ocupada... Bueno, al menos ahora tienes estabilidad-. "Sí, estabilidad en todo menos emocional, sentimental y psicológica", pensé cuando Chad me respondió aquello.
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A Mis Pies
FanfictionMia Martinelli, es modelo, estudiante de moda, influencer y la hija del encargado de Mercedes AMG en Italia, Alessandro Martinelli. Un día tiene que hacer un fotorreportaje para la imagen de Mercedes y se cruza accidentalmente con el piloto de Willi...