Según terminó la conversación que tuve con George, así se hizo para el fin de semana siguiente. Yo tenía que preparar unas presentaciones de las nuevas colecciones, además de un desfile de apertura de temporada, por lo que no viajé a Turquía con los pilotos, ya que esta vez me tocaría ver la carrera desde mi casa.
Estuve muy centrada en preparar las presentaciones toda la semana, desde el martes hasta el viernes, además de ir a trabajar por la mañanas, ya que lo otro tenía que hacerlo por mi propia cuenta, sin contar horas de trabajo.
Llegó el fin de semana, y tenía todo planificado para tener justo un hueco de dos horas el domingo para ver la carrera. Al final, no pude ni verla, ya que me pidieron que repitiera alguna presentación para nuevos clientes. De hecho, el desfile de apertura duró todo el sábado, por lo que finalmente no pude ni siquiera hablar con George en los tres días que estuvimos ambos tan ocupados, además, teniendo en cuenta diferencia horaria, también era más complicado que ambos coincidiésemos.
Finalmente, pude quitarme del medio todo el trabajo acumulado, y como las presentaciones ya estaban hechas y expuestas para el final de la tarde del domingo, fui a casa y me tiré al sofá de un salto. Me puse una película y me quedé completamente dormida, cosa que no extrañaba, ya que desde el jueves me había pasado las noches enteras revisando todo el trabajo que debía completar.
El lunes me dieron el día libre, ya que no había nada que hacer hasta la semana siguiente, así que me dediqué a dar paseos por el centro de la capital, se puede decir que fue un día acompañada de mí misma y me encontré sumamente a gusto. Desde entonces iba a empezar a hacer planes para mí sola, comer en algún restaurante bueno, o quizás practicar deporte al aire libre.
El martes, nada más despertarme, Kelly me dijo que nadie iría a trabajar físicamente, así que nuestra presencia en los estudios no era necesaria. Me alegré de tener otro día para mí misma, esta vez posiblemente me quedase en mi casa tumbada toda la tarde, porque no podía quedar con Lucy, que se encontraba trabajando fuera de la ciudad. Y con George, bueno, no había hablado con él desde la semana anterior y no estaba segura de si había vuelto ya a casa.
Después de comer, mientras estaba quedándome profundamente dormida, sonó mi teléfono, y el nombre de George aparecía reflejado en ella.
-Hola-. Dijo él nada más descolgar yo.
-Hola-. Contesté alegre.- ¿Qué tal todo por allí?
-Bueno, la verdad es que bien, aunque un poco aburrido-. Respondió neutral.
-Entonces supongo que no tardarás en venir a Londres-. Me adelanté.
-Ah, no, si ya estoy aquí, vine anoche. No te avisé de que había llegado porque no te quería despertar ni nada-. George dejó escapar una pequeña risita.
-Ah, ¿de qué te ríes?-Dije curiosa.
-De nada, es una tontería que he visto-. Y seguidamente cambió de tema.- Por cierto, ¿por qué no te vienes a casa esta noche a cenar?
-Pues no tenía nada que hacer, así que me vienes genial...-Dije graciosa.
-Ah, que sólo me quieres por entretenimiento, vaya...-Se hizo el ofendido.
-Por favor, sabes muy bien que no sólo es por eso, también es por tu gimnasio-. Bromeé de nuevo.
-Me estoy replanteando la invitación eh...-Se picó y lo hacía notar.
-No, no, que era broma, ya sabes-. Supliqué un poco su perdón.
-Bueno, está bien, te espero en casa, ven cuando quieras-. Dijo George.
-Está bien, te aviso cuando esté llegando-. Accedí.- Nos vemos, te quiero.
-Y yo a ti-. Y seguidamente colgó el teléfono.
ESTÁS LEYENDO
A Mis Pies
FanfictionMia Martinelli, es modelo, estudiante de moda, influencer y la hija del encargado de Mercedes AMG en Italia, Alessandro Martinelli. Un día tiene que hacer un fotorreportaje para la imagen de Mercedes y se cruza accidentalmente con el piloto de Willi...