CARTA XXXIII

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El amor no duele

El amor no duele cuando es eterno, cuando es sincero; cuando se va de momentos pero nunca te abandona.

El amor no es amor cuando es efímero.
Cuando se da vuelta sin decir adiós condenando tus sentimientos a un cruel olvidó.

El amor no duele cuando dice lo siento sin pretexto alguno.
Cuando te habla con verdades aunque de momentos te mate.
Cuando el alma del ser amado se encuentra tan lejos pero en cada momento confirmas que su pensamiento nunca te ha dejado.

El amor no es amor cuando tienes a esa persona a tu lado y te sientes abrazado por una cruel indiferencia.

El amor no duele cuando no se busca culpable ante el inestable destino.
El amor no duele cuando se pelea por lo que aparentemente ya se ha perdido.
El amor no duele cuando se construye un puente ante esos dos mundos diferentes.

El amor no es amor cuando se pierde el deseo de conquistar,
¡envolviéndote en una brutal monotonía!
Cuando se siente seguro de haber logrado su raro deseo y de repente desaparece dejándote divagar en cuando regresara y sufres por no hablarte jamás con verdad.

El amor no duele cuando aun la muerte los separa.
No duele cuando sabes que debes de seguir sin lo físico pero te acompaña por siempre lo vivido.

El amor no duele cuando te espera más allá de las nubes.
Mientras tú intentas ser feliz dejando que alguien más te ame.
¡Demostrándole a ese alguien que se siente que le amen con intensidad!

El amor no duele cuando los pensamientos de ese ser te acompañan.
Cuando por las noches te observa su tierna mirada.
¡Cuando tú cuerpo evoca las caricias pasadas!

El amor no duele cuando en tu tristeza escuchas sus sonrisas.
Cuando en tus muertes sentimentales el sabor de su aliento te reaviva.

Amor no es amor cuando te hace cosechar inseguridades.
Cuando te quiere atar con su pasadas patologías.
Cuando decide matar tu corazón,
¡porque a él se lo devoraron sin caricias!

El amor no es amor cuando te juzga sin motivos.
No es amor cuando se aprovecha de tus sentimientos, cuando te hacen llorar sus palabras soeces; cuando agrede tu cariño rechazando que tal vez tu eres su fiel destino.

El amor no duele cuando se transforma en poesía para tus oídos.
No duele cuando le canta a tus sentidos, no duele cuando por locuras procura caminar sobre tus pasos llegando contigo al final por un mismo camino.

El amor no es amor cuando pretende imponerte cosas que jamás te han gustado, cosas que jamás has sentido.
El amor no es amor cuando te derriba sobre tu camino.

Cuando te cierra las puertas de tus sentimientos.
Mientras múltiples lágrimas por sus palabras ciegan tu vista confundiéndote ante lo que has deseado, confundiéndote ante lo que has soñado y convenciéndote de que ya jamás tendrás un amor ni un destino,
¡si él no está a tu lado!

El amor no duele cuando te deja libre ya que no logró ser tu otra mitad.
Cuando sabe que serás feliz con otra realidad, cuando sabe que peleó pero únicamente logró despertar cariño.

El amor no es amor cuando no te permite empatar con el amor real.
Cuando se interpone y te roba la voluntad, cuando reaparece al ver tu felicidad y cuando te aleja con mentiras del amor que él en su pasado deseo y que por el daño infringido intenta destrozar.

El amor no duele cuando te mira a los ojos y con sinceridad te dice te amo depositando su corazón en tus manos.

El amor no duele y eso ya lo sé...
Porque lo conozco, porque lo he dado, porque lo he tenido, porque lo he sentido, porque lo he besado, porque me ha acariciado y porque de momento se ha marchado dejándome completamente enamorada...

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