IX

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Al día siguiente ya era hora de marcharse pero ellos no querían salir de su nidito de amor.

Pero en la vida no todo es color de rosas como era de raparse se montaron en el avión en ese tiempo Victoria trato de no cruzar muchas mirarlas con César no quería llorar por la despedía, la aterrizar la hermana de Victoria la estaba esperando con los niños y a César por su puesto su esposa haciendo el papel de buena esposa.Solo se dedicaron una triste pero rápida sonrisa y se despidieron.

Los días pasaron y Victoria y César solo pasaban miradas y grababan pero era como si no lo hacían tenían que repetir varias escenas.

-¿Victoria y César póngale amor a esas grabaciones que les está pasando?

-Lo siento dijeron al unísono.

Una noche César llega a su casa más temprano de lo normal al entrar a su casa encuentra algo extraño así que seguido subió a las habitaciones al entrar se encontró con tremenda sorpresa.

Vivían estaba con otro hombre en su cama. El solo le dijo al hombre que se marchara que por cierto era su mejor amigo, cuando el hombre se marchó se dispuso a hablar con Vivían.-No me importa con quien te acuestes o no solo te quiero decir que yo también te fui infiel y esto no funcionó no funciona y no funcionará así que hoy mismo me voy de la casa, ahhh y otra cosa más mañana tienes que firmar el divorcio.Ella no dijo nada solo se sentó en el mueble mientras él recogía su ropa y hospedó en un hotel.

Victoria por otro lado está a punto de decirle a su esposo que amaba a otra persona pero en ese instante no pudo hacerlo que qué sus hijo mayor había tenido un accidente y se fracturó el brazo y no tenía cabeza para nada más que no fuera José Eduardo.

Y así pasaron los días hasta que casi terminaban de grabar la madrastra.

-Hola Victoria,¿como estás?.

-Ahhh hola César todo bien ¿y tu?.

-Que bueno, bien digo exactamente.

-¿Y por que tanta felicidad?.,dice algo curiosa.

-Es que ya soy un hombre lumbre vivían me firmó el divorcio y ya salió, decía con la sonrisa más amplia y sincera.

Victoria se quedó estática no sabía qué hacer que decir.

-Dime algo, no te queda muda.

-Lo... lo siento es que me quede sin palabras.

-Y sabes que me divorcié por ti porque te amo.

-Lo siento yo no puedo separarme de Omar los niños no lo resistirían no no puedo. Salió corriendo y llorando.

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