Simplemente amigos

XVIII

Ya  eran las 10 de mañana y no había llamado anoche a casa, tenía muchas llamada de Gaby y Omar.

— Demonios debí avisar que no llegaría.— amor me tengo que ir te amo.

— ¿Si quieres te llevo?.

— No sería muy conveniente que llegaremos juntos.— le Dio un apasionado beso y salió.

Ya había llamado al Uber y la estaba esperando.

Una hora más tarde había llegado donde Gaby.
— Mama, donde estabas te extrañamos mucho.— pusieron caritas tristes.

— Hay mis amores perdón no lo vuelvo hacer, pero qué tal si les compro unos helados y los llevo al parque de diversión y así me perdonan.

— Siii mami yujiuuuuu.—Dijo José Eduardo.

Los niños fueron a recoger sus cosas mientras Vicky y Gaby hablaban.

— Donde estabas anoche, me canse de llamarte.

— Estaba con César.

— Gaby dio un grito.

— Shuuuu, no grites.

— Perdón, cuéntame todo con lujo y detalles.

— que detalles pretendes que te de... ¿de veras no te imaginas lo que hacen cuando están a solas dos seres que se aman y se desean con mucha fuerza?

—pues...no sé, tú dime.

—hicimos el amor, le dije lo del embarazo, discutimos y volvimos a hacer el amor...

—¿y cómo reaccionó?

—como era de esperar, se enojó pero luego le expliqué como fueron las cosas y me entendió.

—¿entonces arreglaron las cosas?

—afortunadamente si.

Los niños bajaron con sus cosas.

—¿Mama vamos?.

— Si mis amores.— Denles las gracias a su tía Favorita.

— Gracias tía te amamos.

— También los amos.– Llenándolos de besos y abrazos.

— Tenemos una conversación pendiente.

— Está bien.

— Ahhhh algo más.

— Dime.-Volteando para verla.

— Le dije a Omar que dormiste aquí.

—Vale, gracias pero igual voy a hablar seriamente con él y le voy a hablar de mis sentimientos, pero primero voy a hablar con José Eduardo.

— Te deseó toda la suerte del mundo.

— Gracias hermana, te amo.

— También te amo.

Se despidieron y fueron directo al parque y a comer helado. El día pasó volando con los niños.

Llegaron a casa y los niños estaban muy cansados, los baño le dio las leche a Vicky y a Anuar y se durmieron. Fue directo a su habitación por suerte Omar no estaba en casa estaba muy cansada para discutir con el.

Se dio una larga dicha se puso una bata de seda y se acostó, se durmió en seguida. En eso de la 1 am se despertó por el sonido del teléfono.

— Hola.- Dijo todavía algo dormida.

— Hola mi Reina, perdón por despertarte no pensé que estarías durmiendo a esta hora.

— Mi amor por ti me despertaría una y mil veces.