Ambas chicas se vistieron impecablemente con trajes de fiesta pertenecientes a la época en la que ahora se encontraban. Vestidos Abombados, con su característica crinolina, una jaula de acero que sostenía las capas del vestido de algodón lino y crin, dando como resultado junto al corset, una estampa de princesa de ensueño repleta de encajes, volantes y empedrados.
Pero la más bella era sin duda Aletheia, en quien Bianca se había esmerado mucho para conseguir el resultado obtenido: un impecable peinado con su melena larga y rubia, un maquillaje sutil, resaltando las proyectadas facciones de la chica junto a sus hermosos orbes verdes y un gran vestido color violeta y blanco con detalles en dorado, el metal que ella siempre porta.
- Estás.. preciosa Aletheia -Se pronunció la hermana menor.
Las chicas se dirigieron al lugar del evento, era un elegante palacio blanco repleto de ornamentos y columnas. Aletheia se dejó llevar, se lo estaba pasando curiosamente bien y además a ella le encantaba la temática de época, por lo que el sueño le agradaba.
El meyástico salón tenía forma circular, con un gran mosaico diseñado en el suelo, ese ambiente infundía solemnidad, elegancia y grandeza, era un espacio amplísimo protagonizado por las elegantes personas de la alta sociedad que lo ocupaban, al menos hasta que ...
- ¡¡¡ Aletheia de Astra !!! -Nombró el anunciante de los invitados a la entrada del salón.
La música no cesó, pero un atónito silencio se produjo en la gran sala por parte de los invitados mientras Aletheia descendía las escaleras un tanto incomodada por la situación. Un hombre la esperaba al final de su recorrido ofreciéndole la mano para ayudarla en su último paso.
- Hola señorita Aletheia, la estábamos esperando.
- Hola.. Carlos
Aletheia parecía formar parte de aquello, sentía haber estado ahí antes y conocer a esas personas, sabía hasta sus nombres. Ella recordó de pronto a Carlos, el joven príncipe que rondaba su edad, y con el que ella estaba comprometida por intereses familiares.
No le disgustaba la unión, al fin y al cabo no tenía alternativa y el chico era muy amable con ella, además de un galán: alta estatura, cabello rubio, aunque más oscuro que el de ella, grandes ojos azules...
- Venga acompáñame, tu madre os busca a ti y a tu hermana.
Se aproximaron hacia el interior del bullicio junto a una mesa repleta de vino donde se encontraba su madre.
- Hola hija, espero que hayas pasado bien el día, tu padre y yo sentimos nuestra ausencia pero hoy hemos tenido unos asuntos que resolver con otra familia de la ciudad.
- No te preocupes madre, ¿para qué me buscabas?
- Sígueme -Dijo la madre cogiéndola de la mano y mirando de un lado a otro con alerta mientras se alejaban del gentío.
- Te lo digo para que no te pille por sorpresa, ya sabes que estás comprometida desde los 8 años con Carlos, pero hoy oficializará el compromiso anunciando vuestra fecha de casamiento, ¿no es emocionante? -Preguntó mientras se le iluminaban los ojos y daba pequeños saltitos de ilusión.
- ... -Antes de dar una respuesta otra persona hizo un llamamiento de atención a todos los presentes.
- Querida familia, amigos y demás estimados, la fiesta de hoy tiene como razón el anuncio de mi compromiso con la señorita Aletheia de Astra el cuál sera oficial justo en un mes cuando nos casemos teniendo lugar el enlace en los jardines del palacio.
Todos festejaron el anuncio con un gran banquete y alcohol, hasta la comprometida se sirvió varias copas de vino.
- Ahora vuelvo, voy al baño
- Vale Aletheia, no tardes mucho o estos insaciables acabarán con el vino. -Responde Bianca mientras reía con los demás.
En su camino a los aseos tropezó con una rotura de su voluminoso vestido cayendo al suelo y golpeándose la frente con él.
- Anda levanta
Aletheia alzó la vista encontrando a un joven azabache alto y con ojos gris claro ofreciéndole su mano para ayudarla a incorporarse.
- Gra- gracias, eras .. Marco ¿no es así? (El chico pertenecía a la familia del hermano del rey y por lo que había escuchado, fue asesinada en el propio castillo tras la invasión de sus enemigos quedando solo él con vida y escapado por los pasadizos subterráneos del palacio y la capital, consiguiendo salir a salvo de allí.
Él siempre fue un chico listo, además de ser entrenado para ser un guerrero, al menos antes del incidente. Eso es lo que se sabe de él sin mayor detalle, ya que el chico es bastante reservado, siempre estaba presente en los eventos y demás reuniones pero no solía pronunciar palabra.)- Tienes sangre en la frente -Dijo el chico interrumpiendo los pensamientos de Aletheia.
Ella cogió la mano que el chico le ofreció y caminaron los pocos pasos que quedaban hasta el baño con dificultad para poder limpiarse de su estrepitosa caída.
- Quédate quieta -Le dijo él mientras ella estaba aun un poco ausente por el golpe.
- Ahh, duele
- No seas quejica, es un poco de alcohol. -Respondió el azabache serenamente mientras pasaba un trozo de algodón por la frente de la chica.
- (Parecía inalterable, siempre permanecía sosegado como una estatua, pero firme y preparado para cualquier situación) -Pensó ella. ¿Qué hacías en el pasillo?, ¿por qué no estabas en el salón con los demás?
- La gente bebe y se pone insoportable -Notándose su irritabilidad.
- ¿Tú no bebes?
- Si, pero no hago el idiota -Dijo él en tono serio lo que produce en ella una pequeña risa.
- ¿De que te ríes mocosa? -Manteniendo su actitud impasible y frunciendo un poco el ceño.
- De nada, es que siempre estás tan serio -Dijo ella con un tono jocoso.
- Bueno esto ya está. -Refiriéndose a la herida
-¿Puedes caminar bien?- Creo que-... -Dijo mientras su tobillo falló al dar el segundo paso.
- Bueno no te preocupes, agárrate.
El chico la sostuvo en el aire para transportarla hasta su habitación, situada un piso arriba, para que ella descansase.
- (No sé por que me cuidaba, él no se involucraba en los demás y a mí apenas me conocía, era el "hermanastro" de Carlos pero no habíamos hablado nunca, solo coincidido en algunas reuniones cortesanas como esta) -En lo que ella pensaba, llegaron a la habitación de Marco y este la tumbó en su cama.
-Esperarás aquí hasta que la fiesta acabe, y tu familia y tú podáis volver a casa en el carruaje.
Ya que la casa de Aletheia estaba lejos y ella no podría cabalgar hasta allí en esas condiciones.
- Me parece .. bien -Dijo ella dormitando casi.
Tras unos minutos y ella parecer profundamente dormida, el chico se levantó cuidadosamente del borde de la cama para dejarla descansar hasta que una mano sujetándole débilmente la muñeca lo detuvo.
- Espera Marco -Dijo ella. -Quédate aquí conmigo.
-Pese a su aparente desapego social, el chico obedeció
-Está bien.. -Dijo mientras se tendía a su lado.
Se encontraban uno al frente del otro, alumbrados tenuemente por la luz de una candela.
Ella dormía.
Él, pese al cansancio, no podía dejar de observar a la chica.
La noche en su rostro, la piel de arena, un pelo del color cual oro bruñido al sol con el que jugaba entre sus dedos cuando se quiso dar cuenta.
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La Rosa Blanca
RomansLa joven Alicia comienza a tener la ilusión de encontrarse en otra época cada vez que concilia el sueño. Desde entonces, siempre que duerme le sucede, desarrollando dos vidas al mismo tiempo, una en vigilia y otra en nocturnidad, acareándole problem...