Mike PoV
~Mi corazón palpita como una patata frita lolololo... Bueno, mi cabeza sí que palpita... Joder...~
Gruñí como un animal y enterré la cabeza en la almohada intentando ahogar mi dolor de cabeza en su suavidad.
~Maldita resaca... ¿Quién fue el hijo puta que te inventó...? Vale, mejor me tomo algo antes de que mis estupideces lleguen a un rango mayor~
Gruñí de nuevo y respiré profundamente repetidas veces para centrarme un poco. Un olor peculiar llegó a mi nariz. Olía a...
~Will... Un momento... ¿Dónde coño estoy?~
Alarmado, levanté la cabeza rápidamente para mirar a mi alrededor. Primer gran error del día. Chicos, un buen consejo, NUNCA, JAMÁS, BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA, HAGAIS MOVIMIENTOS BRUSCOS CON RESACA.
-¡JODER!
Me agarré la cabeza con ambas manos mientras seguía maldiciendo mi subnormalidad. Finalmente, cuando los pinchazos fueron más débiles, abrí los ojos y me incorporé del todo mirando a mi alrededor. Estaba en una habitación que sin duda no era la mia. Una ventana a mi izquierda estaba tapada con una opaca cortina, pero igualmente alcanzaba a ver algo de luz, por lo que deduje era de día. Retiré las sábanas que me tapaban y me levante despacio. Estaba en la habitación de Will. Caminé hasta la puerta y salí para buscarla.
-¿Will?- me mordí al labio. Como nadie contestaba, me dirigí a las escaleras para bajar al salón. Restregué mis ojos adormilado todavía y me tiré al sofa.
-¡Joder Mike!- un grito seguido de estas palabras salieron de debajo mio que lo siguiente que supe es que la alfombra del salón era muy suave. Ronroneé como un gatito kawaii y me acurruqué en ella con intención de dormir- ¡Mike despierta!- noté unos molestos golpecitos en el costado, así que rodé cual croqueta para huir de ellos. Escuché un resoplido pero mi cabeza en ese momento no relacionaba los estímulos exteriores. Noté los golpecitos otra vez, insistentes. Gruñí y volví a rodar, pero esta vez algo me frenó. Mi cabeza golpeó algo duro y yo solté un grito.
-¡Dios mi cabeza! ¡Qué alguien me quite este dolor!- cerré los ojos con fuerza y llevé las manos a mi cabeza gimiendo y gimoteando en el suelo todavía.
-Si te estuvieras quieto, te ayudaría so subnormal- noté que alguien me cogía del brazo y tiraba de mi. Pronto me encontré sentado en algo mullido y se oía un ruido de algo al removerse. Abrí los ojos y vi que estaba en el sofá. Will a mi lado tenía una caja en el regazo y rebuscaba en ella- ¿Dónde estan...? Ah, aquí- se giró hacia mi con una sonrisa triunfal y me tendió una caja- Ibuprofeno.
Cogí la caja rápidamente y me tomé una de las pastillas. Suspiré y me recosté cerrando los ojos para esperar a que hiciera efecto.
-Will...
-¿Mhmm?
-Me siento observado- abrí un ojo para mirarle de reojo y vi como ella se ponía roja y bajaba la mirada. Sonreí dulcemente. Me encantaba su forma de sonrojarse casi tanto como la de... Rápidamente abrí los ojos incorporandome y Will me miró intetrogante. Carraspeé un poco intentantando disimular- Eh... Bueno... Pues eso...- me rasqué la nuca sin saber que decir. Entonces una pregunta golpeó mi cabeza- Eh, Will... ¿Cómo cojones llegué aquí? Lo último que recuerdo es el be...- me callé antes de cagarla y miré a Will expectante rezando porque no indagara sobre el final de la frase porque mentir con resaca no es divertido. Hay que pensar. No quería pensar.
-Bueno, pues te llame. Estabas borracho en casa de Ash ayudandole y viniste aquí. Me dijiste...- se mordió el labio mirandome titubeante y yo me puso nervioso al ver que dudaba tanto. ¿Qué había dicho?- Bueno, mejor vamos a desayunar. Ya hablaremos despues...- se levantó antes de que pudiera protestar y desapareció en la cocina. ¿Qué cojones había hecho? ¿Le habría contado lo de Ash? Esperaba que no...
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DEJÉMONOS DE CORTESÍAS
РазноеAsh Johnson acaba de mudarse a una nueva ciudad donde no conoce a nadie cuando por causalidad se encuentra con una vieja amiga. A partir de este suceso muchas cosas cambiarán en la vida de nuestra sarcástica protagonista, pero la pregunta es... ¿par...