Por si no os acordais, pequeño resumen de la situación :)
Will ha cortado con Mike después de enterarse por Mike que West está enamorado de ella. West está enfadado con Mike por decirle a Ash que él quiere a Will. Dylan descubrió unos documentos en casa de Ash sobre maltratos etc y prometió a Ash ayudarla. Y creo que eso es todo... Disfrutad :)
Jadeé y mordí mi labio mientras cerraba los ojos intentando retener las lágrimas. Sabía que si dejaba salir una no iba a poder parar. Pero dolía. Dolía mucho. Una gran presión oprimía mi pecho y mi mente estaba bloqueada. Sus palabras resonaban en mi cabeza una y otra vez. Me sentía vacío. Era como si me hubieran arrancado lo mi motor dejándome roto, quizá permanentemente
~No llores Mike. No llores por ella. No merece ni una sola gota salada de tus ojos. Aguanta~
Solté un grito ahogado y me llevé la mano a la boca. Negué con la cabeza repetidas veces intentando sacudir las palabras y sensaciones de mi interior. Pero no podía deshacerme del dolor, se adhería a mi como una segunda piel. Sentía como si mi cuerpo hubiera entrado en un estado frío, como si el invierno me hubiera atrapado y lo que corría por mi venas no fuera sangre, sino aire gélido y tormentoso y mis sentimientos hubieran quedado enterrados por capas y capas de nieve. Era irónico como con tan solo una frase ella hubiera conseguido que todo a mi alrededor se derrumbara. Todo estaba oscuro. Me dejé caer de rodillas y con las manos en mi pecho grite con todas mis fuerzas. Era un grito que intentaba expresar toda mi amargura, todo mi dolor. Todo lo que me atormentaba, todo, lo plasmé en ese grito. Y seguí desgarramdo mi garganta intentando descargarlo todo, pero no desaparecía. Sentía como me hacía pedazos poco a poco a cada segundo que pasaba, como poco a poco esa realidad de que se había acabado iba calando en mi mente. Algo en mi se había roto. Lo sabía, no podía explicarlo con palabras, pero tenía la certeza de que algo se había roto y ya nunca volvería a estar bien. Es como si no tuvieras aire en los pulmones, como si tu corazon dejara de latir y se desgarrara poco a poco según pasaba el tiempo. Pero algo no volvería, algo siempre se perdia, por mucho que intentaras fijarlo. Algo, que en mi caso tenia forma de su sonrisa y su pelo, de su voz y su forma de moverse, de su olor y de sus ojos. De ella.
Levanté la mirada apretando la mandíbula. Me encontraba frente a una casa no muy grande de dos pisos con una fachada azul claro. No sabía como, pero inconscientemente había acabado llegando a casa de mi hermano. Supuse que mi subconsciente sabía dónde podía encontrar yo consuelo en este tipo de situaciones y antes de poder pensarlo más, levanté la mano y golpeé repetidas veces la puerta de madera blanca.
Se oyeron unos ruidos de pasos y poco después se abrió la puerta. Frente a mi apareció mi hermano sin camiseta con una cerveza en la mano. Cuando me vió, frunció el ceño y en vez de invitarme a pasar, se apoyó en el marco de la puerta bloqueando el paso.
-¿Qué haces aquí?- su voz sonó dura. No había un ápice de cariño en ella y eso me asusto.
-Y-Yo...- mi voz se quebró y mis ojos se llenaron de lágrimas. Negué con la cabeza sacudiendo el pelo. Sabía que si seguía hablando acabaría derramando esas lágrimas que tanto me estaba esforzando en reprimir. Miré a West suplicándole con la mirada. Me pareció ver compasión en su rostro, pero un segundo después volvió a su fachada fría.
-Si lo que buscas es consuelo, aquí no lo vas a encontrar tenlo claro. No eres bienvenido en esta casa. Y estoy seguro de que lo que quiera que te haya pasado, te lo mereces- sus palabras me golpearon con la fuerza de un puñetazo en el estomago. Me encogí sobre mi mismo y me abracé sintiéndome solo. Mi propio hermano no me quería. Solté un pequeño gemido sintiéndome muy vulnerable. Pareció que esto hizo que West se diera cuenta de que realmente algo grave había ocurrido. Su cara cambió y vi como me miraba con cariño y sinceridad mientras volvía a hablar ahora con un tono más suave- Mike, mírame a la cara y dime que te arrepientes de lo que le dijiste a Ash sobre mi. Prométeme que le dirás que es mentira y que nos dejaras tranquilos. Dímelo y te perdonaré.- Levanté la mirada y conecté mis ojos con los suyos. Noté como las lágrimas volvían a formarse. No podía prometerle eso. Bajé la mirada y me di la vuelta alejándome de él.
ESTÁS LEYENDO
DEJÉMONOS DE CORTESÍAS
RandomAsh Johnson acaba de mudarse a una nueva ciudad donde no conoce a nadie cuando por causalidad se encuentra con una vieja amiga. A partir de este suceso muchas cosas cambiarán en la vida de nuestra sarcástica protagonista, pero la pregunta es... ¿par...