PoV Ash
Me quedé quieta, admirando sus hermosos ojos azules que cambiaban de color con el reflejo de la luz en ellos, de azul a violeta... Entonces empezó a acercarse y yo sabía lo que venía después. Y lo que más me avergonzaba es que yo quería que siguiera, ansiaba su contacto, quería sentir la presión de sus labios sobre los mios... Parecían dulces, suaves. Pero no podía. Simplemente no podía. Levanté mis manos apoyandolas en su pecho planas negando con la cabeza levemente, agachando la mirada sabiendo que si le miraba no iba a tener la suficiente fuerza de voluntad para frenarle.
-Lo... lo siento, Mike- noté su cuerpo estremecerse bajo mis manos con mis palabras y cerré los ojos con fuerza mordiendo mi labio inferior, aguantando las ganas de lanzarme a su cuello y consolarle. Me separé negando con la cabeza todavía gacha. Cuando estaba ya a una distancia segura reuní el valor para mirarle y le vi alli parado con sus azules ojos heridos fijos en mi.
~Le he hecho daño... Joder, le he hecho daño... ¡Joder! Tanto preocuparme por que Will no le hiciera daño y al final he sido yo la culpable de su sufrimiento...~
Me sentía fatal. No, fatal no. Me sentía como mierda. Pensé que no le sentaría tan mal... Realmente pensé que yo no le importaba tanto, al fin y al cabo es a lo que estaba acostumbrada, a no importar a nadie. Al final y al cabo, ese era el resumen de mi vida.
-Mike...
-No- abrí los ojos sorprendida por su respuesta tan cortante y su voz rota y le miré intentando reflejar en esa mirada todo mi arrepentimiento, todo lo que quería decir pero no podía. Abrí la boca para intentar hablar de nuevo, pero él se limitó a mover la cabeza de lado a lado y apartar la mirada dejando caer su pelo castaño por su frente impidiendome ver sus ojos- Solo olvida esto. Esto nunca ocurrió.
Mike había hablado con amargura lo que me hizo sentirme todavía peor. Tragué saliva y di un paso hacia él, titubeante. Después di otro, y otro hasta que estuve lo bastante cerca para notar su respiración alterada revolviendo mi pelo y el calor que emanaba su cuerpo provocandome un estremecimiento. Levanté una mano y aparté el pelo de su frente con dulzura haciendo que me mirara. Sus ojos conectaron con los mios y me quedé quieta. En ellos vi lo mucho que le había dolido mi rechazo y quise gritarle que yo realmente no quería rechazarle, quise pedirle que me besara, que me abrazara. Pero no podía. Bueno, mentira, sí que podía, pero no quería. Tenía miedo. Sí, la gran y sarcástica Ash Johnson tenía miedo, pero, obviamente, no lo iba a admitir. No es que no hubiera tenido novio antes, pero no quería caer en el juego del amor, yo sabía lo que era eso. Eso era peor que ser seleccionada en la cosecha de los Juegos del Hambre. Además sabía que Mike estaría mucho mejor con Will, aunque eso fuera a costa de mi sufrimiento. Tampoco creía que pudiera afectarme tanto, al fin y al cabo le había conocido ese mismo día, ¿no?
Mike me miró como esperando a que dijera algo, pero cuando me quedé callada y bajé la vista dejando caer la mano de nuevo, él susurró:
-Eso mismo pensaba yo...- yo seguí mirando mis pies derrotada, sintiendome inútil, sintiendo que jamás podría perdonarme a mi misma lo que había hecho. Noté que él se iba, no me hizo falta levantar la vista para saberlo. Noté frío por todo mi cuerpo y una sensación angustiosa en el pecho y caminé penosamente hasta una pared para apoyarme en ella.
~¿Qué es esto?¿Qué me pasa?¿Así es como se siente la culpa? Pues vaya mierda...~
Suspiré y me dejé caer al suelo con la espalda apoyada en la pared. Encogí las piernas y escondí la cabeza entre mis brazos haciendo que mi pelo cayera como una cortina a ambos lados de mi cabeza. Quería aislarme del mundo, olvidar a todas esas personas.
~Si es que, ¿quien me manda a mi salir de casa? Debería haberme quedado con mi ordenador, marginada, así nada de esto habría pasado, no habría heridos y ahora no sentiría esta mierda en el pecho que apenas me deja pensar. Todo es más fácil sin gente a tu alrededor. Los seres humanos solo dejamos cicatrices y dolor a nuestro paso y yo ya estoy cansada de tanto dolor. Ni amor ni nada, solo dolor~
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DEJÉMONOS DE CORTESÍAS
De TodoAsh Johnson acaba de mudarse a una nueva ciudad donde no conoce a nadie cuando por causalidad se encuentra con una vieja amiga. A partir de este suceso muchas cosas cambiarán en la vida de nuestra sarcástica protagonista, pero la pregunta es... ¿par...