DEJÉMONOS DE CORTESÍAS

¿Confesión?

Voten y comenten por favor!!!

Mike PoV

-¿Y tu que...sabes?-lo último lo dije en un susurro. Ash se alejaba ya entre la multitud dejandome la frase a medias y con la cabeza hecha un auténtico lio. ¿Por qué se había enfadado de repente? ¿Qué había hecho? ¿A qué se refería con eso?

~Mujeres...~

Suspiré y me giré hacia la puerta de la cocina de nuevo. Seguían en la misma de posición, West agarrandole las manos a Will, ambos mirandose a los ojos, y ella... Ella estaba preciosa con ese vestido verde que acentuaba sus curvas y sus ojos color esmeralda tan luminosos, como los color zafiro de Ash...

~Espera...¿Qué?¿Ash?¿Por qué aparece ella ahora en mis pensamientos?¿me ha hechizado o algo? Igual es una bruja... Pero una que está muy buena... Vale, Mike controla tus hormonas~

Me mordí el labio confuso abofeteandome mentalmente intentando alejar esos pensamientos más dignos de mi hermano de mi cabeza. Esa chica sarcástica, rara y malhumorada había conseguido hacerse hueco en mi mente en apenas media hora. Lo que no entendía era cómo...

~A puñetazos y empujones seguramente...~

Sonreí como idiota ante este pensamiento y luego me recriminé por ello, es decir, no la conocía de nada. Eso no tenía ningún sentido, y a pesar de lo que Ash me había dicho me negaba a irrumpir en la cocina...

~Y dale con Ash, joder. ¿En serio, cómo lo ha hecho? Me cago en su...~

Entonces, en el interior de la cocina, West se inclinó hacia Will quedando ambos pegados con las frentes juntas. Noté un dolor punzante en el pecho e hice una mueca apartandome de la puerta. Me negaba a ver más, no iba a ser un estúpido espectador que mira sin hacer nada comiendo palomitas como un gordo.

~Quiero palomitas... Con matequilla a ser posible... Mmm, solo de pensarlo se me hace la boca agua...¡Mike! No es el momento de pensar en comida... O quizá...~

Sacudí la cabeza intentando centrarme de nuevo, mi mente se distraía con demasiada facilidad, y remarco el "demasiada". Miré a mi alrededor, a la masa de personas que bailaban y hacían otras... Mmm... Cositas... Ajenos a mi dilema (el de Ash, Will y West, no el de la comida), algunos parecían muy ocupados en otras bocas... O cuerpos. Hice una mueca, es decir, había habitaciones privadas, no teniamos todos por qué enterarnos de su amor. Empecé a deslizar la mirada por la multitud sumido en mis pensamientos, aunque en el fondo sabía que estaba buscando una melena negra y unos ojos azules. Intenté convencerme de que la buscaba simplemente por curiosidad, pero sabía que había algo más, algo que no lograba identificar.

~Es lo que siento...¿Fascinación? Seh, dejémoslo en eso, mejor que excitación o cualquier sensación por el estilo~

Finalmente, preguntando, acabé averiguando hacia donde se había ido Ash. Bueno, en realidad lo supusé porque no se si los balbuceos de los borrachos invitados podrían considerarse respuestas de ayuda. ¡Hubo uno que incluso llego a intentar besarme! Fue un tanto incómodo, sobretodo cuando se pegó a mi y noté a su amiguito contento. Pero, en fin, me dirigí a unas habitaciones más apartadas donde la música no se escuchaba tan insoportablemente alta y el olor a alcohol no lo impregnaba todo. Todavía, por lo menos. Empecé a caminar por el pasillo sin la más remota idea de en cual de todas aquellas habitaciones estaba Ash, pero descartando fácilmente unas cuantas, ¿Por qué? Por los gemidos, gritos y exclamaciones que se oían en el interior, no creía que Ash fuera de ese tipo de chicas.

Llegué a una puerta en silencio y la abrí esperando que estuviera ella y... ¡Sorpresa sorpresa! ¡Un trío! ¡Que ilusion interrumpir! La verdad es que estaban en una posición bastante complicada... Pero no me voy a poner a describirlo que no es plan. Hice una mueca resoplando y cerré la puerta antes de ser visto, aunque dudo que les hubiera importado demasiado.