20. "Sin esperanzas" [final]

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[¿Quieren un consejo?
Sean fuertes y esperen el epílogo.]


Cuando Macarena volvió a despertar, el reloj marcaba las 13:40. Rubí se aferraba a su cuerpo desnudo mientras soltaba frases incoherentes media dormida.

Estaba extrañada, Rubí no solía dormir tanto, pero supuso que se encontraba relajada y un tanto cansada debido a la noche anterior.

Sonrío con suavidad. Rubí parecía una pequeña bebé que descansaba tranquilamente luego de haber tomado su biberón.

Se detuvo unos segundos para intentar inmortalizarla, para mantener una imagen en su cabeza. Como una fotografía que mentendría para siempre en su corazón.

Como una imagen que amaría toda la vida.

Besó suavemente sus mejillas y rozó sus narices con delicadeza, en un tierno acto para lograr despertarla.

Fueron sólo un par segundos y Rubí despertó, regalándole a Macarena una sonrisa perezosa, boba y honesta.

La artista pensó que no había sonrisa más hermosa que la de la chica en sus brazos.

—Creo que tu carita de sueño es una maravilla.

Aún adormilada, Rubí gruñó levemente.

—Creo que deberías dejarme dormir un poco más —Murmuró mientras cubría su rostro, dejando un pequeño espacio para poder observarla—. Estaba teniendo un lindo sueño con el Capitán América.

—¿No llevamos ni un día reconciliadas y tú ya piensas en otro? —Preguntó mientras jugaba con su cabello—. ¿Qué haré contigo, Cárdenas?

—Quererme mucho, mucho.

Macarena sonrió inconscientemente con ternura.

—No creo poder hacerlo si sueñas con hombres musculosos protagonistas de películas.

La castaña abrió los ojos y la boca con incredulidad.

—Oye, el Capitán América es mucho más que solo músculos —Manteniendo las sábanas en su lugar, Rubí comenzó a enumerar las muchas características que tenía aquel personaje ficticio—... Y además es el primer vengador. Es perfecto.

La rizada rodó los ojos y se cruzó de brazos fingiendo celos.

—Lo quieres más a él porque es el primer vengador, ¿verdad? —Preguntó ahogando una risita—. Si fuera por tí, estarías compartiendo esta cama con el Capitán América, ¿cierto?

—Sí... —Afirmó rapidamente con un suspiro—. Quiero decir... ¡No!

Macarena se dió vuelta, dandole la espalda a la contraria y fue cosa de tiempo para que que su piel se erizara debido a las tiernas caricias y dulces besos que la mayor repartía por sus hombros y su cuello, intentando quitarle los falsos celos a la rizada.

—No creas que vas a quitarme el enojo con un par de besos, Cárdenas...

Rubí sonrió. Macarena mentía.

—Me gustas... —Ronroneó con suavidad mientras sus labios humedecían la suave piel de la menor—. Me gustas más que el Capitán América.

La menor no pudo evitar suspirar por las palabras que la mayor había pronunciado.

"Me gustas"

Esas dos palabras lograban acelerar su corazón de una manera incontrolable. Se sentía demasiado perfecto. Todo parecía un sueño.

Uno maravilloso.

—Y tú me gustas mucho más.

Macarena se volteó y depositó un beso sobre sus labios para luego abrazar a la mayor, dispuesta a trazar patrones aleatorios en la suave piel de la influencer. Se sentía tranquila, en paz, amada... Y le encantaba el sentimiento.

Diste vuelta mi mundo ||RUBIRENA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora