08. "Instagram"

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— ¿Qué? ¡Estás jugando! 

Mientras Macarena intentaba beber su jugo con tranquilidad, la contraria le contaba la historia de como había hecho un trío por primera vez.

Extraño, ¿verdad?

— No estoy jugando. Mira, era bastante simple, Yo estaba sola, y a dos de mis amigos les faltaba una persona en su grupo, entonces me uní, hicimos el trabajo los tres y esa fue la primera vez en la que hice un trío.

— Eres una idiota. ¿Qué clase de chiste es ese? — La rizada la miraba mientras una carcajada abandonaba sus labios.

Resulta que, para sacarse unas horas a Rubí de la cabeza, decidió aceptar la salida de Jacinta, y hasta ese momento, iba funcionando de maravilla. La chica de ojos marrones tenía historias por montones y Macarena dudaba de que algunas fueran reales, pero mantenían su cabeza ocupada, y lejos de la influencer.

— ¡No era un chiste! Pero, podría contarte muchas de mis historias si el resultado es tu risa.

Y ahí estaba, por quinta vez en lo que llevaba de tiempo con ella, un halago y un visible coqueteo. No le incomodaba, pero ¿Qué podía decir? Para ella era realmente apresurado. La conocía hacia un par de semanas y le coqueteaba cada vez más.

Y aún estaba aquel otro tema. ¿Por qué había tenido aquella sensación con Rubí aquel día? Se había cuestionado demasiado aquella idea, pero no le parecían motivos de peso como para comenzar a dudar de su sexualidad. Además, era su amiga, y como tal, podía encontrarla hermosa.

Aquello no la hacía menos heterosexual.

Había tenido un par de relaciones antes, con dos chicos. Habían sido relaciones normales, como las de todo el mundo, o casi todo. Con ambos se había conocido en la escuela, le habían prometido el cielo, la tierra, la luna y las estrellas. Mucha palabrería y poca acción. Pero la rizada no se daba cuenta, pues ellos la hacían sentir en una nube, una nube maravillosa, hasta que dejó de serlo.

En cuanto los presentó a su padre, no duraron mucho con ella. Presentaciones formales en donde el hombre interrogaba a los muchachos de forma realmente incomoda, salidas que no habían terminado bien debido a la poca flexibilidad de su padre, y poco tiempo a solas gracias a la sobreprotección del padre. Jamás había tenido una relación que durara más de cinco meses.

— Ya, no digas eso. — Dijo mientras dejaba su vaso sobre la mesa y cruzaba sus brazos.

— Está bien, pero es verdad. Te ves preciosa cuando sonríes. — Confesó guiñándole un ojo. — Vale, me detengo, cuentame más de ti.

Continuaron hablando por lo que parecieron ser horas, y cuando ambas quisieron darse cuenta, el reloj había dado las seis de la tarde. Se sacaron un par de fotos y decidieron que era hora de que ambas comenzaran a caminar. La mayor entre ambas, acompañó a la rizada hasta el edificio y se despidió de ella con un beso sobre su mejilla, el cual duró un poco más de lo debido y causó que sus mejillas se colorearan de rosado.

Había tenido una tarde realmente agradable. Se sentía a gusto con Jacinta, y también con sus coqueteos, eran divertidos de cierta manera. Entró con una sonrisa al edificio, saludó al conserje y subió hasta su departamento.

Luego de cenar con su familia, en su habitación, se recostó sobre su cama y tomó su teléfono para abrir instagram, soltó una risa al ver que la chica había subido una foto de ellas dos junto a las papitas que habían compartido.

Diste vuelta mi mundo ||RUBIRENA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora