17. "Confusión"

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Rubí.

Mientras abro la puerta del Penthouse, todo se mezcla con todo en mi cabeza.

Han pasado unas horas desde que salí, casi, corriendo desde el departamento de la Maca, pero no quería venir a mi casa. Tenía cosas en las que pensar.

Mi madre me grita un "hola, mi amor" mientras está en la cocina, y la Esme comienza a preparar todo para un live que teniamos agendado para hoy. Le digo que no voy a participar en el, pero prefiero dejarme las razones para mi misma, y ella acepta sin más, dejándome con mis pensamientos otra vez.

Le agradezco en silencio.

No puedo gustarle a la Maca. ¿Que va a decir mi madre? ¿Qué va a decir la Esme? Quiero decir, ambas la aman y ya me han relacionado con ella, pero... Dios, yo simplemente no puedo aceptarlo.

¿Ella me gusta? La respuesta es simple: No lo sé.

Sí, quise besarla anoche y siento cosas realmente lindas cuando estoy cerca de ella, pero siento que no es correcto. Y no quiero decepcionar a nadie, mucho menos a mí. Esto se siente tan desconocido, tan extraño, tan... errado.

Toda mi vida he sido predominantemente heterosexual, y cuando llegó ella, las cosas simplemente cambiaron. Fue como si ella hubiese llegado a colorear el blanco de mi propio lienzo. Ella dió vuelta todo, ella me cambió la paleta de colores, ella me mostró partes de mí que yo no conocía, ella vino a alegrarme, a quererme, a cuidarme. Ella simplemente y sin intentarlo... Dió vuelta mi mundo.

Suelto un pesado suspiro y abro la puerta de mi habitación.

Pienso en tantas cosas, pero la que más relevancia tiene, es lo que puede decir el resto. El papá de la Maca, su hermana, la gente del edificio, los seguidores en las redes sociales.

Internet es un mundo, y como existe gente buena, también existe gente no tan buena. Y eso me aterra.

¿Qué diría la gente? ¿Nos amarían? ¿Nos odiarían? ¿Escribirían fanfics en Wattpad? ¿Entenderían? ¿Nos harían tendencia en twitter? ¿Querrían hacernos desaparecer?

Tomo mi cabeza entre mis manos y dejo escapar dos suspiros.

Uno es por ella, y el segundo es por la confusión que instala en mi cabeza.

Tengo miedo, realmente lo tengo.

Escucho como la Esme comienza la rutina que ambas creamos en el living y mi mommy la anima. Debo admitir que me quita un pequeño peso de encima el no participar. Y debo reconocer, también, que pienso que ellos la quieren más a ella. Seria totalmente normal, es quien más tiempo les dedica.

En cuanto me recuesto sobre la cama e intento leer un libro, mi mente repite todo lo sucedido y no logro concentrarme en el parrafo que he leido cuatro veces. Lo poco que logro comprender es como la protagonista del libro termina borracha en el baño y habla estupideces mientras su ex, que aún la ama, está al otro lado de la puerta preguntandole si está bien.

No puedo concentrarme porque ella está en mi cabeza.

Sus palabras resuenan una y otra vez, y por más que intento no sonreir ante ellas, lo hago, pues ha sido una declaración hermosa. Jamás alguien me había dedicado palabras tan hermosas como lo hizo ella. Y yo como una cobarde, arranqué.

Arranqué porque tengo miedo de mis propios sentimientos. Arranqué porque tengo miedo del que dirán. Arranqué porque me es imposible creer que alguien pueda sentir cosas tan hermosas hacia mi. Arranqué porque jamás me he sentido así. Arranqué, porque jamás he tenido una historia realmente bonita... Y, en el caso hipotético de que decidiera tener una historia con ella, corro el riesgo de que salga mal.

Diste vuelta mi mundo ||RUBIRENA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora