CAPITULO IX

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La noche ya estaba llegando a su fin, sobretodo porque no faltaba mucho para que amaneciera, después del baile entre Sakusa y Atsumu, ambos habían regresado a su mesa sin dirigirse una palabra y de fondo escuchando aplausos de sus padres, en la mesa se encontraban Kuroo y Oikawa puesto que eran los únicos que no bailaron debido a que no tenían pareja y aparte les daba pereza, incluso Bokuto y Hinata salieron a bailar a pesar de que al parecer ninguno de los dos sabia bailar del todo pues a veces se escuchaban quejas de Hinata o Bokuto alegando de que el otro lo había pisado pero ni eso los detuvo de bailar y reírse como buenos amigos que eran.

Mientras que por otro lado Osamu y Sunarin bailaron durante un tiempo mas, desde su asiento Atsumu veía como ambos sonreían y de vez en cuando se besaban en pleno baile, con tan solo verlos se podía imaginar en una situación similar con Kiyoomi en un futuro, sabia que sonaba como un tonto apresurado pero era inevitable imaginar esas cosas, sin embargo, sabia que no la tendría fácil puesto que había notado el desinterés del pelinegro lo que provocaba que tenga mas curiosidad sobre él pero Atsumu no se rendiría, quería llegar a conocerlo, lograr que el contrario se sienta cómodo con él y ser parte de su vida, alejando el hecho de que sabia que era su pareja destinada, en realidad Atsumu quería acercarse a él, algo en Kiyoomi le decía que necesitaba a alguien que lo comprenda y lo apoye, tal vez incluso el mismo pelinegro no se de cuenta pero Atsumu sabe ver a través de los ojos de los demás y lo que había en aquel par ojos oscuros no le agradaba para nada.

Por otro lado, Kiyoomi había estado haciendo lo mismo que Atsumu, estaba mirando como las parejas bailaban, en especial su primo que se veía feliz con Lizuna. Mientras los observaba, su mente empezó a divagar sobre todas las emociones que había experimentado desde el momento en que llego aquí, específicamente el momento en que cierto aroma logro captar su atención, que al final resultó ser el aroma de cierto omega rubio con el que estaba comprometido. Estaba completamente seguro de que Komori le daría respuesta a todas esas emociones que estaban sintiendo, a pesar de que sabia que este se burlaría de él.

"¿Ves Kiyoomi? Yo tenia razón", "Sabia que caerías ante esa belleza", "Estoy seguro que sus hijos saldrán bellos"

Sí, Kiyoomi ya podía escuchar la odiosa voz de su primo en su mente.

Estaba tan sumergido en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta en el momento en el que todos regresaron a la mesa, la noche la estaba sintiendo una eternidad a pesar de que ya estaba amaneciendo. Kiyoomi odiaba este tipo de fiestas, no le encontraba sentido estar sentado entremedio de personas que ni siquiera conocía y si los conocía pues ni les hablaba, porque vamos, en vez de estar ahí calentando el asiento, bien pudiera estar en su habitación durmiendo, porque poder dormir te salva de la realidad tan horrible en la que vivimos.

En el momento en que el Sol brillo en todo su esplendor, Kiyoomi fue consciente de su entorno, lo primero que noto fue a las personas que se encontraban en la misma mesa que su padre, Miya Isamu al parecer tenia buena resistencia con el alcohol pues aun no había caído dormido aun y su padre, bueno a él nunca le gusto tomar hasta el olvido, así que se lo podía observar sentado de manera recta mientras hablaba con los que estaban ahí. Volteo su mirada a su mesa y deslumbro a un Komori apoyando su cabeza en el hombro de Lizuna luchando contra el sueño mientras hablaba con el omega llamado Suna que al parecer no tenia ni una pizca de sueño al igual que Osamu, Kuroo y Bokuto, mientras que los demás omegas se encontraban durmiendo mientras apoyaban sus brazos y acunaban su cabeza entremedio de estos, pero detuvo su mirada en cierto rubio.

Atsumu nunca fue de aquellos que se desvelaban por las noches, siempre era el primero en dormirse a pesar de que siempre carga con una gran energía nadie se explicaba como es que de la nada siempre era el primero en caer dormido, por lo que milagrosamente esta noche había durado hasta el amanecer despierto, pero momentos después de que saliera el sol empezó a cabecear de sueño, Kuroo que estaba sentado a su lado se dio cuenta de que el rubio en cualquier momento se golpearía la cabeza, por lo que agarrando delicadamente su cabeza con el propósito de no despertarlo, lo apoyo sobre su hombro de tal manera que Atsumu quedaría casi encima de él. Esa escena es la que Kiyoomi estaba presenciando en estos momentos, que por alguna razón no podía apartar su mirada en las facciones tan suaves que mantiene el rubio mientras esta dormido, tan concentrado estaba mirándolo que no se dio cuenta que Kuroo lo miro con una sonrisa altanera antes de hablar logrando que Kiyoomi vuelva a la realidad.

Past Lives:《Destino》||Sakuatsu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora