Past Lives:《Destino》||Sakuatsu||

CAPITULO XVII

Año 2020

Mayo 

Los meses pasan volando y todos lo estaban sintiendo, unos mas que otros.

Kiyoomi y Atsumu no habían hablado mucho desde aquella ultima charla, ambos evitaban estar solos en el mismo lugar demasiado tiempo y cuando estaban con Osamu y los demás, hablaban de manera formal y tensa que incluso los otros notaban la incomodidad, sin embargo, nadie preguntaba que había pasado porque al final del día, no era su asunto.

Atsumu sabia que el pelinegro solo trataba de protegerse a si mismo y que su carácter es muy difícil de tratar pero aun sabiendo eso, no podía evitar sentirse dolido por la manera en que lo alejaba y a veces se preguntaba si ¿Kiyoomi habrá sentido aquella conexión entre ambos? ¿sentirá la misma calidez que él siente cuando esta a su lado? ¿habrá sentido como sus aromas se combinan bien juntos? o si aquella vez que se vieron sintió que había encontrado a su omega.

Lastimosamente son preguntas que nunca tendrán respuesta, o así lo sentía Atsumu.

Por otra parte, Kiyoomi se había sentido un poco culpable después de ser un poco insensible con el rubio, había pensado en disculparse con él pero cuando se toparon después de aquella charla, vio como el otro lo evitaba por lo que decidió darle su espacio. Con el pasar de los días Kiyoomi se sentía frustrado, su alfa interior se la pasaba aullando y gruñendo, como queriendo hacerle la vida imposible y vaya que lo estaba logrando.

Kiyoomi había creído que ahora que no estaba tan cerca del omega, las cosas que lo hacia sentir este, se esfumarían pero vaya que estaba equivocado.

Cada día que pasa, sentía unas ganas enormes de ir directamente hacia Atsumu e impregnarlo completamente de su aroma, cada vez que lo veía tan sonriente y amigable con algún alfa o beta, inconscientemente sus colmillos sobresalían y un gruñido se formaba en su garganta y sobretodo, estaba la necesidad de quedarse junto a él como si su lugar fuera estar siempre a su lado.

Y todo eso, frustraba a Kiyoomi.

Por lo que muchas veces se veía en la necesidad de quedarse encerrado en su habitación para evitar seguir sintiendo todo eso, todo lo confundía, nunca había sentido algo similar, eran sentimientos y emociones desconocidas para él.

Después de todo no es culpa de Kiyoomi, por que como podría saber él de cariño o incluso de amor, cuando fue criado sin nada de eso.

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Una de las fiestas mas grandes de toda la manada Inarizaki se acercaba y el motivo de celebración no era mas y ni menos que...

El cumpleaños del gran Miya Isamu.

Para estas fechas, la manada entera entra en una gran fiesta durante tres días, donde se dedican a beber, bailar y jugar todo en honor al mejor líder que han tenido después de tantos años de guerra entre manadas, fue el que trajo paz y tranquilidad a su gente y sobretodo ha traído años de prosperidad, algo que su anterior líder les había quitado.

Todos agradecían que Isamu haya obtenido el puesto de líder.

Después de todo, se lo había ganado.

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En la casa principal, un par de gemelos se escabullían de manera sigilosa hacia la habitación de sus padres.

—No me empujes —susurro Osamu con molestia después de casi haberse caído.

—Es que vas muy lento —le susurro de vuelta Atsumu.

—Tenemos que ser cuidadosos bruto —le respondió Osamu mientras seguían avanzando.

Ambos hermanos, se encontraban avanzando arrastrándose en cuatro para evitar hacer mas ruido, pues querían darle una sorpresa a su padre, sin embargo, mientras se arrastraban Atsumu accidentalmente poso su mano con todo su peso encima del pie de Osamu, causando entre un poco de dolor y cosquillas al otro.