Past Lives:《Destino》||Sakuatsu||

CAPITULO IV

Septiembre de 2019

Atsumu se encontraba dando un paseo mirando a su alrededor, buscando a sus amigos para pasar el rato, pues era tiempo de caza, ya que debido a que se acercaba el invierno necesitaban tener suficientes suministros para no salir en plena nieve helada, por eso sus padres con la mayoría de la manada habían salido, aunque Atsumu deseaba también salir con ellos a cazar, no era su deber hacerlo y más debido a su condición omega, así que en el futuro solo Osamu iría para abastecer a su futura familia.

Detuvo su andar al percatarse de cierta cabellera blanca con puntas negras, una gran sonrisa apareció en su rostro y corrió dirigiéndose al otro omega.

— ¡Kita-san! — grito mientras se abalanzaba sobre el mencionado.

— Atsumu — saludo cortésmente el contrario.

Kita Shinsuke o más conocido como Ojiro Shinsuke, este hermoso omega de ojos oscuros, era mayor que los gemelos pero aún así eso no evito que se convirtieran en grandes amigos, en especial de Atsumu, pues este siempre lo admiro debido a su naturaleza calmada y sobre como actuar en cada situación, ya que el rubio siempre fue impulsivo.

Shinsuke es pareja de Ojiro Aran, un beta de piel oscura y ojos oscuros, ambos se conocían desde cachorros  prácticamente, fueron grandes amigos, su amistad no pasaba por ninguna dificultad o malentendidos, muchos pensaran que fue el beta el primero en confesar, oh pero no pueden estar más equivocados.

Pues fue Shinsuke quien se confesó primero.

Este había desarrollado con el pasar del tiempo un sentimiento profundo por el moreno, lo mantuvo callado hasta que un día se armo de valor y decidió confesarse antes de que alguien mas lo haga, por un momento llegó a creer que este le correspondería y que se volverían pareja hasta un día formar su propia familia, no lo culpen por sus pensamientos pues el también es una persona con sus propios deseos futuros, y el deseaba pasar su vida junto al moreno.

Se preparó para cualquier respuesta positiva, sin embargo, no contó con que Aran lo rechazará.

Ese día, Shinsuke se había sentido avergonzado, entonces vio como el contrario tenia una mirada incomoda, era conocido por siempre mantenerse calmado pero esta vez no pudo evitar salir corriendo con el corazón roto y pequeñas lagrimas que se escapaban de apoco de sus oscuros ojos, había creído ilusamente que el contrario sentía lo mismo que él, pero al parecer se había equivocado. Después de ese día, el ambiente entre ellos se sintió incomodo, hasta que poco a poco se fueron separando hasta el punto de ya no verse todos los días, el omega se había arrepentido de haberle dicho como se sentía, pues aun sufría por las noches tratando de convencerse de que debía olvidarlo. 

Poco sabia él que la verdad, era que el moreno si tenia sentimientos por el omega, pero debido a su condición de beta, pensaba que no se mereciera estar con él, ya que este merecía un alfa que pudiera protegerlo mejor de lo que lo haría el, uno como Ginjima, y lo decía porque sabia que este tenia un ligero interés por Shinsuke. El moreno no pudo sacarse de su mente la imagen del omega con ojos dolidos y con lagrimas apunto de caer, de tan solo verlo así le daban fuertes ganas de rodearlo con un gran abrazo, de limpiar sus lagrimas, llenarlo de besos y decirle que también lo ama desde que eran jóvenes, pero por más que quería hacer eso, no podía retractarse de su decisión, él solo quería lo mejor para el contrario, sin ser del todo consiente del sufrimiento que estaba pasando el omega.

Había pasado poco más de seis meses desde el día en que inconscientemente se habían dejado de ver, Shinsuke seguía adelante con su vida ignorando casi siempre al beta, mostrando una sonrisa que camuflaba el dolor que aún sentía dentro, mientras que Aran con cada día que pasaba, se arrepentía de la decisión que había tomado, pues no había día que no extrañará al mayor, a él también le dolía como este lo ignoraba, pero nada podía hacer él pues había provocado que este lo odiara, sentía una opresión en su pecho al imaginar que lo había perdido para siempre y todo por su cobardía.