Past Lives:《Destino》||Sakuatsu||

CAPITULO XI

Atsumu y Kiyoomi habían estado caminando en lo que lleva del día, pues después de su breve conversación sobre la vida, solo Atsumu se dedico a hablar durante todo el camino, parando una que otra vez para respirar y para Kiyoomi el simple hecho de escucharlo hablar evita que alguna tensión incomoda se pare sobre ellos. Y en estos momentos se estaban dirigiendo a la casa de los Miya debido a que al parecer Kiyoomi se encontraba cansado, pues contrario a las creencias, a pesar de tener un estatuto de alfa, Kiyoomi era un perezoso a la hora de caminar.

- No lo puedo creer, Omi-kun- se burlaba Atsumu -creí que tendrías mas resistencia

-Cállate Miya- gruño Kiyoomi

-Ya te eh dicho que me llames Atsumu- se quejo - eres u..- no termina de hablar cuando el pelinegro lo interrumpe

-No soy idiota Miya- aclara Kiyoomi - simplemente no somos tan cercanos para que ande llamándote por tu nombre

-No te iba a decir idiota- aclara Atsumu -pero si te quedo el saco, bueno, quien soy yo para contradecirte -empieza a reírse

- Eres molesto - bufo Kiyoomi

-Me lo dicen a diario- admitió Atsumu

Ya estaban a unos pasos de llegar a la entrada de la casa, cuando Atsumu se voltea para mirar a Kiyoomi que estaba un poco mas detrás.

-Puedes ir entrando, yo voy a buscar a los demás- dijo mientras se desviaba a otro camino, pero antes de Kiyoomi entre a la casa, volteo a mirarlo y hablo -Sabes Omi, tal vez podre ser molesto la mayoría del tiempo- aclaro con una sonrisa suave -Pero eso no evita- cerro los ojos para seguido abrirlos demostrando los ojos mas presumidos y astutos junto con una media sonrisa, agrego -Que vamos a estar juntos en un futuro.

-Podremos estar juntos- repitió Kiyoomi -¡Pero en otra vida!- grito burlándose de la declaración del rubio y así, sin perder tiempo se adentro rápidamente a la casa.

Dejando a un rubio afuera con una sonrisa divertida.

"Eres todo un enigma que estoy dispuesto a entender, Kiyoomi" - pensó Atsumu

-Mas vale lento y seguro, que rápido y mal hecho- murmuro mientras seguía su camino

Mientras que dentro de la casa, en especifico en la habitación de Kiyoomi, este se encontraba en medio de una crisis, porque no puede comprender como rayos el omega paso de tener una actitud alegre y despreocupada, a tener un radical cambio en menos de un segundo que casi no lo reconoce por la mirada tan presumida que había adaptado y esa sonrisa de suficiencia, contando el hecho de que al verlo, su corazón dio un fuerte latido algo que nunca le había pasado.

"¿Estaré enfermo del corazón?" - pensó mientras ponía una mano en su pecho.

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Atsumu ya llevaba un buen tiempo buscando a sus amigos en el bosque pues cuando salió a caminar con Kiyoomi, estos habían dicho claramente que saldrían a pasear pero ya llevaba mas de una hora buscándolos, ni siquiera había rastros de sus aromas en ningún lugar, así que ya cansado decidió sentarse en la suave grama y recostarse en un gran árbol a descansar antes de volver a casa. Él ama estar entre medio de tantos arboles, sentía una especie de libertad y paz con el silencio, el aire puro y el suave viento que le ofrecía la naturaleza siempre. Cerro los ojos cansado y estaba tan distraído que no se dio cuenta de unos pasos que se encontraban acercándose a él.

De pronto, su cuerpo se congelo en el momento en que sintió un gran peso encima, su respiración se entrecorto al momento de darse cuenta que un animal lo estaba olfateando, Atsumu no tenia el valor para abrir los ojos, sentía un gran miedo al pensar de que se tratara de un lobo salvaje, pues no podía captar ningún aroma proveniente de este, su corazón estaba latiendo mucho mas rápido debido al miedo, sabia que en estos momentos sus feromonas estaban espesas y agrias debido a su miedo, como podía trataba de controlar el temblor de su cuerpo y tratar de no mostrar alguna emoción en su rostro.