She's not afraid. Minho, Newt Y Tu

7

-Solo déjalo caer larcho imbécil- dijo Minho.

-No me vuelvas a lla...- Alby fue interrumpido.

-Alby solo tira el melocotón- indico Nick.

-Y tu deja de ser tan agresivo- le dijo Newt a Minho. 

Alby dejo caer el melocotón por el agujero donde sube la caja y todos guardamos silencio para escuchar cuando llegara hasta el fin del hueco, pasaron minutos y nada, luego paso media hora y tampoco escuchamos el impacto.

-Tal vez debamos lanzar algo mas grande- sugerí.

-¿Como que?- preguntó Minho.

-¿Por que no lanzamos a Ronco?- dijo Newt.

-¿Por que no mejor te lanzamos a ti?- dijo Nikc con ironía- mejor busquemos una sandía.

-No es momento de comer Nick- dijo Winston.

-Para lanzarla, idiota- dijimos Minho y yo al mismo tiempo.

-Vamos por la sandía- dijo Nick, y Alby, Newt, Sartén y Winston lo siguieron hasta la cocina.

Newt paro de caminar y volteó- ¿no piensan venir?.

-¿Necesitan mas de cuatro marchaos para traer una sandía?- alce las cejas.

-No tardaremos, no se lancen por el pozo- Dijo y siguió su camino hasta la cocina.

Yo me tumbe en el césped para esperarlos cómodamente y cubro mis ojos con mi brazo izquierdo.
El césped húmedo bajo mi espalda y la luz solar me produjeron una sensación de tranquilidad, pronto el sueño se abrió paso.

[...]

Me encontraba en los brazos de una mujer de cabellos dorados. La luz de la noche ya había inundado el bosque hace varias horas, pero la temperatura del ambiente era calurosa. El bosque se encontraba en llamas, aunque las llamas estaban a varios metros, el ambiente comenzaba a ser sofocante.

-Sigan corriendo, no miren atrás- dijo una señora de cabello oscuro, se encontraba por delante, dirigiéndonos.

Todo era bastante extraño y a la vez me parecía familiar, como si estuviera en medio de un recuerdo. Unos gritos cargados de locura me hicieron dirigir mis ojos a espaldas de nosotras.   Varias personas estaban unos seis metros detrás de nosotras, persiguiéndonos entre risas y gritos, como si fueran niños jugando a algún juego retorcido. Parecían unos completos dementes, sus ropas estaban sucias, sus ojos reflejaban demencia y sus cabellos eran un desastre.

El terror me invadió y unas cuantas lagrimas escaparon de mis ojos.

-Tranquila Andrómeda, todo va a estar bien- dijo una niña tomada de una mano de la mujer que me llevaba en brazos. Unos segundos después la niña tropezó con una rama y cayo al suelo.

-Deedee levantate- la mujer de cabello oscuro la levanto.

-Me duele- tropezó al intentar correr de nuevo.

Los locos se acercaban cada vez mas a nosotras. Yo comencé a llorar mas fuerte.

La mujer de cabello oscuro la tomo en brazos y corrió con nosotras detrás.

-¡Andrómeda, vamos a estar bien!- grito la niña entre todo el ajetreo- ¡Andromeda!.

[...]