Tania
Al terminar mis fotos individuales, tomé asiento en una de las sillas frente al set donde están tomando las fotos. En este momento, mi mente se encuentra dividida entre lo poderosa que me sentí mientras me tomaban las fotos y cómo Félix posa, haciendo que sus músculos se tensen y se marquen más. En estos momentos, está de espaldas y tengo una maravillosa imagen de su espalda y otros atributos de su cuerpo. Dios, si es un sueño, déjame aquí por más tiempo.
Siempre imaginé que debajo de la ropa había un buen cuerpo, pero nunca imaginé que fuera tan bueno. Su piel es blanca, su cuerpo musculoso, y su espalda está llena de pequeños lunares; si no fueran tantos, tal vez ni siquiera los podría ver. Su cabello negro va desordenado.
Lo único que cubre el cuerpo de Félix son unos bóxers negros que se ajustan perfectamente a su cuerpo y que, al darse la vuelta, hacen que se marque todo. Su abdomen bien trabajado queda a la vista, mientras que los músculos de sus brazos se tensan por el cambio de posición.
Sí, Félix es el sueño de cualquiera, y aunque no lo admita en voz alta, puede que también sea el mío. Le doy una última mirada de la cual él se percata y me guiña uno de sus ojos verdes. Con esa última mirada, me levanto de mi sitio para ir a cambiarme, ya que las fotos grupales son con otro conjunto de lencería.
Llego nuevamente al set y ya me están esperando. Con pasos firmes, me dirijo hacia Félix. Él está parado detrás de mí y yo, unos cuantos pasos delante.
Entre nosotros queda cierto espacio, un espacio que a la fotógrafa no le gusta, al parecer, ya que nos manda a juntar y a Félix a llevar su mano a mi abdomen. Siento las cosquillas en mi piel cuando su tacto llega y los recuerdos de hace algunos minutos llegan a mi mente. Siento cómo su respiración está sobre mi cuello y puedo jurar que estas fotos no son aptas para todo público.
—¿Nerviosa, princesa? —lo escucho decir sobre mi piel.
—No —mis palabras se escuchan más afectadas de lo que quisiera.
—Aja —lo escucho reírse y posar sus labios en mi cuello, plantando un beso en esa área.
Eso es todo lo que necesito para voltearme y quitar sus brazos de mi cuerpo; la fotógrafa tiene que estar muy entretenida viendo tremendo espectáculo.
Los ojos de Félix se posan sobre mis labios, mientras sus manos regresan a mi cintura. Mantengo la vista fija en sus ojos; sé que si bajo la mirada, todo se va a ir a la mierda y no me puedo arriesgar de esta forma.
Justo cuando siento el aliento de Félix cerca de mis labios...
—Terminamos —grita la fotógrafa—. Muchas gracias por todo, chicos, lo hicieron súper bien.
Gracias, Dios.
Salgo corriendo del set y me encierro en el camerino; ya no puedo más, siento que el corazón se me va a salir. Cierro los ojos por un instante y pienso en lo que acaba de pasar y en lo que puede llegar a pasar en un futuro si seguimos así.
—¿Se encuentra bien?
—Mierda.
El señor Flips está frente a mí; seguro no me di cuenta de que estaba aquí de lo apresurada que entré.
—Lo lamento —digo—, no me fijé en que usted se encontraba aquí.—No se preocupe, señorita Ferreira —veo cómo sus ojos danzan por mi cuerpo y me quedo rígida al recordar que no cogí la bata para cubrirme—. Quería hablar con usted.
—Si gusta, me voy a cambiar y me puede esperar fuera.
Lo veo acercarse y por instinto retrocedo hacia uno de los peinadores. Se acerca más y me estoy empezando a asustar. Trato de ser racional y pedirle nuevamente que se vaya, pero no retrocede.
Cada vez está más cerca y cuando me tiene acorralada me siento como una estúpida por no poder reaccionar, me quedo inmóvil, no hablo, no grito y creo que ni siquiera respiro.
Escucho una voz lejana llamar a la puerta y puedo sentir mis lágrimas deslizándose por mis mejillas. Lo próximo pasa tan rápido que ni siquiera puedo reaccionar.
Félix entra al camerino y la imagen con la que se encuentra no parece de su agrado, me ve llorar y arranca al señor Flips de encima de mi lo tira al suelo y se va sobre el a golpearlo. No reacciono ni me muevo, lo único que hago es temblar y llorar.
Los gritos y el sonido de los golpes parecen alertar a los demás los cuales entran al reducido espacio quitando a Félix de encima del señor Flips. Mientras Adela se dirige a mi lugar tomando las mejillas y abrazándome contra ella.
–¡Eres una mierda! ¡me das asco! – grita Félix y puedo ver su rostro rojo – ¡No te le vuelvas a acercar porque esta vez nadie te va a salvar!
Jay aún lo sostiene haciéndolo entrar en razón, a Félix parece no importarle la razón porque sigue gritando y tratando de zafarse. Cuando da vuelta y me ve parece calmarse, a este punto al señor Flips se lo han llevado casi que inconsistente.
Trato de hablar, pero nada sale.
Félix se saca a Jay de encima y va a mi lugar aparta a Adela y me abraza, recibo su abrazo y envuelto mis brazos alrededor de él.
Lloro y lloro hasta que me canso nadie pregunta nada y luego de un tiempo Adela y Jay salen ya que son llamados por el equipo de trabajo del señor Flips.
–¿Quieres hablar?
Niego, y él no insiste más. Nos lleva a uno de los sofás, me envuelve en una bata y nos sentamos sin decir nada.
Para cuando Jay y Adela regresan, ya me he cambiado y recogido mi bolso. Quiero irme lo antes posible de este lugar.
Les hago saber que me iré. Adela me lleva a mi hogar y me dice que debemos hablar de lo que pasó, pero que no será hoy. Se lo agradezco.
Luego de unas horas en casa, Adela no se ha ido ni se irá. Ander llega con una bolsa de comida y me abraza.
Recibo unos cuantos mensajes de Félix, los cuales respondo diciéndole que estoy bien. Él no parece muy convencido, pero deja de insistir.
El señor Flips se metió con la persona equivocada; no debió de haberme tocado ni de acercarse a mí. Félix le dio unos cuantos madrazos, pero yo le voy a destruir la reputación y la imagen de señor correcto que tiene.
***
Las actualización serán los lunes de cada semana. Pueden ser una o dos actualizaciones por lunes.No olvides darle una estrellita a este capítulo.
ESTÁS LEYENDO
Amor de carrera (Bilogía Carrera - libro I)
Teen FictionTania es la reina del motocross, desde que conoció este deporte se convirtió en su pasión, posicionándose como la mejor de su categoría. ¿Qué pasara cuando llegue un nuevo competidor a desbancarla? Félix es un apasionado al motocross nunca ha ten...