Tania es la reina del motocross, desde que conoció este deporte se convirtió en su pasión, posicionándose como la mejor de su categoría.
¿Qué pasara cuando llegue un nuevo competidor a desbancarla?
Félix es un apasionado al motocross nunca ha ten...
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Tania
-No puede ser tan malo.
-Si es algo malo- reprocha, en su cara esta la decepción.
-Ni que te lo hubieras follado- silencio, eso es lo que recibo de su parte -. No me jodas, ¡te lo follaste!
-Cálmate pendeja -dice poniendo su mano sobre mi boca para que pare de gritar- lo que menos quiero es que todo el maldito mundo se entere de mis actividades sexuales.
Bueno estas somos Tania y Adela a las ocho de la mañana chismeando en el camerino del lugar donde nos harán la sección de fotos a mi y a Félix.
Se estarán preguntando a quién se follo Adela. Pues yo les traigo la respuesta, Jay, fue Jay. Para ella las cosas están siendo muy rápidas, pero a la ves no se puede controlar .
Quien entiende a la gente.
Jay y Adela tuvieron una relación hace unos años, relación la cual fue muy torpe, y no se si se puede llamar relación. El punto es que fueron una especie de amigos con derechos, los cuales no cumplieron la regla de "no meterle el corazón" después de que se dieran cuenta de lo que sentían comprendieron que no podían seguir así.
Pero la decisión no fue la mejor, porque ser infeliz separados cuando pueden estar feliz juntos.
No lo sé y creo que tampoco lo quiero saber.
Esa es la historia de Jay y Adela, dos personas que se querían, pero prefirieron otra cosa antes que su felicidad.
Adela prefirió enfocarse en su carrera como mánager, al igual que Jay, sin comprometerse, sin restringirse cosas.
En algún punto se resignaron a estar separados, pero creo que ahora que están demasiado tiempo juntos, las ganas pudieron más.
Y hablando de ganas, viene llegando Félix.
No es que le tenga ganas ni nada.
Y con ese tráiler del romance frustrado de Jay y Adela, salgo de mis pensamientos. Porque justo vienen entrando los reyes de Roma.
Uno que habla de ellos, y ellos que se asoman.
-Buenos días-dice un entusiasta Félix. Del infeliz de ayer no queda nada, me da gusto por él, aunque no lo acepte en voz alta.
Cuando lo veo salgo casi, casi corriendo. Llámenme cobarde, pero mi instinto de supervivencia me dice mantente alejada de ese monumento.
