La curiosidad mato al gato.
Seth lo sabía.
Su hermana lo sabía.
Ellos lo sabían.
Los habitantes de Greyfalls nunca vieron el peligro hasta que fue muy tarde.
Jamás pensaron que su locura llegaría a tanto.
No tenían control, ni remordimiento, ni sens...
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— ¿Crees que mama lo hará a propósito? —me pregunto Claire, quien estaba tumbada en mi cama viendo el techo con chispeos fluorescentes.
Volví mi mirada al espejo, terminaba de acomodar la corbata antes de pasar mis manos por mi cabello peinándolo. Si, etiqueta, de traje solo para una cena con los vecinos. Me gire agarrando la chaqueta y levantar mi mano a Claire. Esa suspiro antes de levantarse y tomar mi mano para salir de mi habitación.
—Solo tenemos que bajar, ser respetuosos y amigables. —susurre llegando a las escaleras bajando con ella.
—Si. Estoy exagerando. —exclamo Claire viéndome a los ojos.
A veces mi madre hacia esto, invitar a los nuevos vecinos, como si fuéramos dueños del pueblo o de la alta sociedad. O simplemente le encantaba demostrar su superioridad a otros. Aunque ahora alguien le estaba demostrando a Helen Knight que no era la única con aires de superioridad y sin miedo a ella...
—No se crea. Yo no fui la que invito a la familia a su casa feamente decorada, queriendo que simpatizáramos, agregando el hecho de no soporta ridiculeces. —se burló la rubia sonriendo con una gran sonrisa entre cínica y arrogante.
— ¿Disculpa? — pregunto mi madre pasando del asombro a la molestia en un segundo, para luego mirar a Toryan con disgusto.
— ¡Oh, no se disculpe! —exclamo Toryan con falsa modestia. —Entiendo que algunas personas tengan horribles gustos, pero lo peor es que se crean refinados.
La rubia sonrió arrogantemente, pasando al lado de mi madre ignorándola y caminando al comedor.
Mi madre se quedó estática un segundo antes de recuperarse y colocar su sonrisa de siempre.
—De verdad lo siento, Toryan es un poco...—comenzó Crista acercándose apenada a mi madre.
—No te preocupes, algunos adolescentes son así. —excuso mi madre, como si eso quitara el hecho que una chica acaba de ridiculizar a una señora de 37 años.
Ambas caminaron charlando hacia el comedor. Mire a Claire y esta me miraba aun en shock por lo que había pasado. Ambos terminamos de bajar las escaleras caminando al comedor donde todos se encontraban ahí.
Mi padre estaba en una esquina charlando a gusto con Sean. Mi madre estaba enseñándole una pintura a Crista quien admiraba todo detalladamente. Encontré a los gemelos en una esquina con Amber y Tatyana, la pequeña tomaba la mano de Silas y miraba atenta a cada movimiento de Tatyana.
Claire me dio un tirón en mi mano, la mire un poco y ella solo señalo donde estaban Toryan y Talyana enfrente de una ventana hablando eufóricamente y riendo, Trevor llego a ellas y ambas rodaron los ojos al rubio quien se unió a ellas. No mentía cuando decía que Toryan de un pestañeo a otro conecto sus ojos celestes con los míos, su ceja arqueada con una sonrisa de lado en sus labios.
