La curiosidad mato al gato.
Seth lo sabía.
Su hermana lo sabía.
Ellos lo sabían.
Los habitantes de Greyfalls nunca vieron el peligro hasta que fue muy tarde.
Jamás pensaron que su locura llegaría a tanto.
No tenían control, ni remordimiento, ni sens...
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Estaba rota, siempre lo supe.
¿Me molestaba eso?
No lo hacía, pero ese tirón que sentí en el callejón... no me gusto para nada.
"Tory... sabes lo que quieres"
Tome una profunda respiración obligándola a volver lejos, repitiendo una y otra vez que era superior. Mire otra vez hacia la sala donde estábamos todos, teníamos una gran mierda y todo por ese tirón.
— ¿Ustedes saben lo que ellos...?— cuestiono Seth mirando a Crista sentada en la mesita de té en medio de la sala.
—Lo sabemos. —afirmo Sean cruzando de brazos al lado de Crista mirándonos a todos por momentos, era obvio que estaba molesto. —Pero tú no debías saberlo, ¿O no, Toryan?
Rodé los ojos ante su mirada que pretendía darme a entender que era un regaño. Camine saliendo de la sombra del pasillo, Trevor fijo su mirada en mi pero sentía la pesada mirada de Sailor...
—Como si fuera mi culpa que el imbécil sea igual de metiche que su madre. —solté mordazmente mirando a Seth.
—Un hombre iban a por ti. —explico Seth con molestia, pero solo me hizo sonreír.
El hijito de mama no la defendió... interesante.
—Toryan puede con más que ese pedazo de mierda. —afirmo Silas que estaba parado detrás del sofá donde se encontraba sentado Seth.
Aparte mi mirada viéndolo, vigilaba a través de las cortinas. Hace un rato había vuelto de deshacerse de los cadáveres. Volví mi mirada a Seth el cual me miraba intensamente con su ceño fruncido.
— ¿Solo lo mataron porque te siguió afuera del club? — cuestiono Seth ahora sonando molesto.
No reprimí mi risa, saliendo de lo profundo de mi, de ese lugar tan roto donde habitaban las voces. Debía admitir que no era tan cabeza hueca como su madre, pero aún seguía siendo un idiota.
— ¿Crees que enserio perdería mi tiempo así? ¡Por favor! —exclame divertida por todo el asunto.
— ¡¿Entonces porque lo mataron?! —exploto Seth levantándose.
Muy bien, la diversión se acabó. Sailor salió de las sombras con su mirada fija en Seth, una clara amenaza ahí. La tensión aumento y sentí a Tatyana salir de la cocina y pararse a mi lado. Talyana que había estado acostada en un sillón cerca de Crista se había sentado erguida.
—No te debemos respuestas, Seth Knight. —declaro Tatyana mirando a Seth con su mirada fija. —Pero tú, Toryan, nos las debes.
Sentí de nuevo la mirada de Sailor sobre mí pero la de Tatyana a mi lado se sentía tan pesada que ni quería mirarla, ni me atrevía a mirar a Sailor. Solo miraba sus ojos verdes que me miraban con molestia pero con curiosidad.
