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salimos los dos de la cama y yo me puse lo primero que pille por el armario, y la ropa que antes lleve la eche a la cesta de la ropa sucia, Ranma se tuvo que volver a poner la ropa con la que había entrado a mi habitación.

salimos los dos, pero en el descansillo del piso de arriba no había nadie, a lo que al segundo siguiente se abre la puerta del baño y sale nabiki.

-están todos abajo- dijo mientras se encaminaba a las escaleras y me guiñaba un ojo.

los dos nos miramos y nos sonrojamos a la vez, Ranma se echó una mano a la cara cubriéndoselo los ojos y la dejo caer para después agarrarme de la mano y bajar los dos juntos.

llegamos al salón y estaban todos sentados alrededor de la mesa, en cuanto aparecimos todos giraron la cabeza para mirarnos.

nos sentamos los dos juntos en uno de los extremos de la mesa, y al vernos que habíamos entrado cogidos de la mano en la cara de todo el mundo de vislumbraban sonrisas y una pizca de confusionismo.

-entonces volvéis a estar prometidos? - sé apresuro a preguntar el tío genma, apoyando los codos sobre la mesa y acercando su cara a las nuestras, pero sobre todo a la de su hijo.

después todos se pusieron de rodillas y apoyados o con los codos o con las manos sobre la mesa para acercarse a nosotros, todos se pusieron a preguntar, a mi mis hermanas me cogieron de las manos y no podía entender nada de lo que decían ya que hablaban las dos a la vez, y a Ranma le pasaba otro tanto lo mismo, pero con nuestros padres y con el Doctor Tofu que también estaba allí.

me desprendí de las manos de mis hermanas y me levanté de golpe.

-YAAAAA VALE...- la tonalidad de la voz se me había desorbitado un poco. - ahora mismo os explicaremos todo, pero por favor no os echéis encima sedientos de información, dejad que nos expliquemos- dije un poco más calmada volviéndome a sentar.

en cuanto me senté todos volvieron a sus posiciones y a portarse como buenos niños, a lo que escuché a Ranma suspirar aliviado a mi lado.

por debajo de la mesa note como su mano agarraba la mía.

-pues bien, sí, nos hemos reconciliado. - empiezo diciendo Ranma volviendo la cara para mirarme y después viviendo a girarla para quedarse mirando a todos los presentes. -volvemos a estar juntos, pero no prometidos...- las caras de los presentes paso de las sonrisas a caras de preocupación.

-pero entonces? ¿qué pasa con el compromiso? - dijo mi padre con los ojos brillantes y la boca haciendo pucheros.

-lo que Ranma quiere decir, es que ahora que hemos vuelto a estar juntos queremos ir más despacio, y lo que quiero entender es que ya de primeras vosotros nos propusisteis ya estar prometidos sin haber tenido ningún tipo de relación, entonces esa tensión acabo por explotar en todas direcciones, y más de una vez.- dije cogiendo aliento para volver a continuar.- entonces esta vez queremos hacer bien las cosas, y no digo que algún día no haya compromiso y boda y todo lo que vosotros estáis esperando, pero dadnos tiempo.- dije acabando de zanjar el tema.

-bien. pues todos felices y contentos. - dijo tío genma levantándose y yendo al porche para volver a sentarse en frente del juego que siempre juega con mi padre. - en eso tienes razón mi querida akane, igual fue mucha presión. lo siento, y a partir de ahora tendréis todo el tiempo que queráis. - dijo mientras hacía gestos a mi padre para que se sentara en frente para empezar una partida.

después de esa tarde nadie nos volvió a incordiar, aunque a decir verdad había momentos en los que insinuaban cosas como que durmiéramos juntos y el cambiar las habitaciones para que estuviéramos juntos, hacia planes para tenernos todo el día a los dos entretenidos conjuntamente y a decir verdad agobiaba un poco.

-papa, os hemos dicho que estamos juntos, pero no hace ninguna falta que nos preparéis todos los días planes para estar juntos, nos agobia y al final lo que conseguiréis es lo contrario. - dijo Ranma a su padre a lo que yo asentía con la cabeza. 

Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora