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Después de ver durante toda la tarde que ranma me quitaba los moscardones de encima, se pensaba que no me daba cuenta, pero en realidad sí que lo hacía.
El sol ya se empezaba a esconder y la brisa marina hacía que se me pusiera la carne de gallina, todas las chicas nos fuimos a poner algo más cómodo para ir a cenar y después nos reunimos con los chicos, teníamos una gran variedad de carne, verduras, sopas, pescados, postres, frutas etc..

-como empieces a comer de todos los platillos que hay te volverás a poner como estabas antes. - se reía de mi mientras decidía si tirarle los cuchillos que tenía delante.

-volvería a estar como antes, pero nuestro odio mutuo seguiría hay sin inmutarse. - le dije mientras cogía unas verduras y pescado, mientras me iba a mi mesa haciéndole la burla.

Me saco igualmente la lengua y nos dirigimos una sonrisa.

Todos nos pusimos como versos cenando, y nos fuimos a dar una vuelta por los chiringuitos que había en el pueblo, todo estaba decorado con guirnaldas de flores, muy caribeño, vendían licores, en otros vendían abalorios, en otro ropa y vestidos, había también muchísima variedad de puestos.
Yo me acabe por comprar una diadema de flores.

Encontramos al final una plaza que estaba abarrotada de gente que no paraba de bailar y que sonaba una música muy caribeña, decidimos quedarnos allí, fuimos dispersándolos poco a poco, unos se fueron a beber, otros a pasear por la playa, y otros como yo, bebíamos y bailábamos, kuno, kasumi y yo nos quedamos en la pista bailando, kuno no oraba de pegársenos a las dos, pero lo poníamos en su sitio.
Hubo un momento que perdí la noción del tiempo, y perdí todo de vista, no acostumbrada a beber parecía lo normal.

Algo hizo que me centrara, yo estaba en el centro de la pista, y por un segundo, se abrió un hueco hasta los taburetes del bar, y allí estaba el, sentado en uno de los taburetes, con la espalda reclinada en la barra, y no me quitaba ojo de encima, pero solo fue un segundo, de repente volvió a cerrarse el hueco con una multitud de gente.

¿Podría ser el alcohol? ¿Había visto bien? ¿Estaba enferma? Volví a ver a ranma, esta vez mucho más cerca, se estaba acercando cada vez más a mí, hasta que lo tuve en mis propias narices.

-Fe lo estás pasando bien eee.- me dedico una sonrisa que por poco no me derrito.

Paso a mi lado y se dirigió a kasumi y kuno que estaban bailando un poco más lejos.

Pare por un instante, me encontraba cansada y mareada, decidí volver a mi cabaña.

No podía ser, esa sonrisa de ranma me había hecho derretirme, podría haber sido el alcohol y la adrenalina del momento con la música? Esto no podía pasar, ranma me lo había hecho pasar faltas... nunca lo olvidaría, pero también todas las veces que estuve en peligro él siempre me ha sacado, y había sacrificado muchas cosas por mi... QUE PASABA CONMIGO!!!! me estaba ablandando. No sé en qué momento me di cuenta que algo así ya no tenía marcha atrás.

Llegue a mi cabaña y todo empezó a dar vueltas, mi estómago empezó a dolerme, no sé en qué momento me dormi, cuando me volví a despertar kasumi estaba durmiendo... ¡¡Y KUNO A SU LADO!!

joder si yo pensaba que estaba mal, ella como estaba?? En el bar habían pedido de todo delante de mis narices, y mezclar tantas cosas desde luego no les había llevado a nada bueno, como había podido comprobar.

Me levante de la cama tan rápido que tenía las tripas revueltas y me estaban pidiendo a gritos ir al baño.
Eché todo lo que tuve que echar. Y parece que lis entrañas se habían calmado.

Salí al pasillo central de los bungalows y vi que la cabaña de ranma estaba La Luz encendida. Me dirigí hasta allí, aún con mi ropa de la noche.

-ranma??? Llame al entrar a la cabaña. - no oí nada y entre más adentro.

Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora