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Ranma

nosotros habíamos entrado a otra sala que estaba casi al lado de la que habían entrado las chicas, y después de pasar un buen rato haciendo el canelo, bebiendo e intentando cantar, porque a lo que nosotros hacíamos no se le podía llamar cantar.

empezamos a escuchar mucho ruido en el pasillo, y fui el único que decidió levantarse de su asiento e ir a ver qué pasaba, me tambaleaba un poco debido a todo el alcohol que había bebido.

-que ha pasado aquí!!. - todos se giraron a mirarme.

se me callo el alma a los pies, vi a un muchacho llevando en brazos a akane, blanca como la cal, y con un pañuelo apoyado sobre el brazo y manchado de rojo.

akane abrir los ojos para mirarme y entonces el chico que la llevaba echo a andar hacia la salida. pero yo lo detuve del brazo.

-que cojones ha pasado? y a donde te la llevas. - le dije casi gritándole.

-ha tenido un accidente en la sala de karaoke y la llevo a urgencias para que le den puntos. - forcejeo para qué le soltara.

-eso también puedo hacerlo yo, dámela. - dije poniéndome delante de ellos y estirando los brazos para que me la pasara.

-no creo que estes en las mejores condiciones como para llevar a nadie a urgencias. - me dijo volviéndome a empujar y volviéndose a mirarme.

-mírate a un espejo primero. - vi a akane entre sus brazos que había vuelto a apretar los ojos y había apoyado la cabeza contra aquel chico, y que cada vez parecía tener menos color.

sin que yo pudiera decir nada aquel chico se llevó a akane.

yo me quede plantado en el pasillo mientras los chicos salían de la habitación y me estiraban del brazo para que volviera a entrar.

-venga Ranma tranquilo, akane estará bien. - me volví a sentar en mi asiento, y vi mi reflejo en uno de los espejos que había en la otra esquina de la habitación, pues sí que era verdad.

llevaba la trenza casi desecha, mis ojos estaban rojizos, y mis labios morados de la bebida que nos habían servido.

-no puedo dejar de pensar qué le habrá pasado en esa habitación. - dije poniendo mi cabeza entre las manos.

-tranquilo, mañana en casa podrás hablar con ella, ahora ya ves que se la llevaban a urgencias, estará bien. - me dijo ryoga poniéndome una mano sobre el brazo.

aun estuvimos unas cuantas horas de juerga, y aunque no lo quisiera admitir nunca, mi cabeza no paraba de dar vueltas en torno a akane, da igual lo que bebiera, todas las conversaciones que tuviera, ella siempre estaba presente en mis pensamientos.

ni siquiera recuerdo el haber llegado a casa, pero me desperté en mi futón y con mi ropa de anoche.

me levante y me rasque la cabeza intentando recordar cómo me habían traído a casa.

lavándomela la cara con agua fría me volvieron a la cabeza las imágenes en ráfagas de akane en los brazos de otro chico, más alto que yo.

me decidí y fui a la habitación de akane, toqué la puerta y enseguida una voz me dijo que pasara.

abrí muy despacio la puerta y allí estaba ella, sentada en la cama, con un brazo vendado sobre su regazo.

-que tal ese brazo. - le pregunte primero para no incomodarla.

-después de unos cuantos puntos creo que está bien. - me dijo levantando la cabeza para mirarme. - y tú que tal acabaste la noche? - me dijo sonrojándose un poco.

- si te digo la verdad no me acuerdo ni como llegué a casa. - vi que akane apartaba la mirada y se seguía sonrojando.

-porque te sonrojas tanto ahora. - dije riéndome de ella que estaba como un tomate.

no pudo decir nada, me volvió a mirar y enseguida aparto la mirada, tapándose los ojos y señalándome con el dedo.

tenía toda la camisa arrancada de los botones, y el pantalón con la bragueta abierta.

ahora al que le tocaba sonrojarse era a mí.

-por dios, no sé cómo terminarías, pero me parece que te intentaste desvestir. - dijo riéndose después de que me había abrochado todo.

-me intentaría desvestir solo para meterme a la cama, y parece que me quede dormido a medio camino. - me senté en la cama junto a ella y los dos nos echamos a reír. 

Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora