después de haber pasado un día genial entre chicas, habernos puesto hasta arriba de comer en el Buffet libre más grande que he visto en mi vida, y de habernos repateado todas las tiendas habidas y por haber, empezaba ya a oscurecer, ingenua de mi pensaba que nos iríamos a casa ya, cuando las chicas cogieron otra dirección que no era la habitual para ir a la estación y pedir un taxi.
-chicas la estación no está por allí. - me quede en mi sitio un momento y todas se giraron a mirarme.
-es que aún no nos vamos a casa akane.- me dijo mi hermana nabiki, quien me agarro de un brazo y tiro de mí para que las siguiera.
no quería arruinarles la noche así que me deje llevar, tan poco podía llegar a ser tan malo.
al final acabamos en un tugurio con música demasiado estridente, y con demasiada gente.
no sabias en qué momento alguien te podía meter mano, o robarte el bolso.
no me gustaban esos antros, y las chicas notaron mi incomodidad.
-espera akane, ahora pasaremos a una sala un poco menos concurrida. - me dijo shampoo mientras tirábamos unas de otras para intentar llegar a algún lado de ese maldito establecimiento.
al cabo de un rato acabamos en un pasillo larguísimo, donde en ambas paredes había puertas cerradas, en cada puerta había un dibujo de un instrumento musical, con todo detalle, un violín, un arpa, una guitarra eléctrica, una batería, una falta, y así podría seguir toda la noche, porque el pasillo no parecía tener fin.
había un par de grupos de gente por delante nuestro, y por lo visto esto era un karaoke.
llevábamos esperando ya lo que pareció más de media hora de pie, cuando de repente oímos la puerta detrás nuestra, y yo como era la última de las chicas note una mano sobre mi hombro.
di un respingo por que no sabía quién era.
-uooo akane, quien diría que eres tú.- era mousse, estaba detrás mío sujetando la puerta para que entraran los que venían detrás de él.
-venga mousse, no me digan que han venido a seguirnos! - dijo shampoo cerrando sus brazos contra el pecho, en modo enfadada.
-no hemos venido persiguiendo a nadie, nos llegó la información de que todas ustedes se venían al centro a pasar el día y a pasárselo bien, y nosotros decidimos hacer otro tanto lo mismo. - dijo kuno pasando a mi lado pegándome un buen repaso con la mirada, de arriba a abajo.
rodé los ojos, y me volvía a apoyar contra la pared.
sé me hacía extraño no ver a Ranma por ningún lado, y si antes hablo, antes aparece, fue el último en entrar.
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iba agarrando a alguien y tirando de él, era el pobre ryoga, supongo que sería para que no se despistara y lo perdieran de vista.
-hey, que tal akane, te ves muy bien. - me sonrío e intento zafarse del agarre de Ranma.
