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Ranma

escuche todo lo que me dijo sin pestañear un solo momento, no creí que mi marcha le hubiera echo tanto daño, siempre estábamos discutiendo, diciéndonos de todo, y odiándonos, no creí que se lo fuera a tomar así.

- yo... lo siento, no sabía que te fuera a hacer tanto daño... pensé que. - no sabía que decir ante aquella imagen, Akane se había llevado las dos manos a la cara para que no viera como derramaba un manantial de lágrimas.

me agache a su lado y le quite las manos de la cara, a lo que me respondió con un empujón, haciendo que cayera al suelo de culo.

- no te pienses que, por decirme dos palabras, te voy a perdonar- se volvió a levantar, y con ese ritmo de tortuga, volvió a caminar hacia casa.

sabiendo lo que haría, el levante de un brazo y me la subí a la espalda, y como había predicho, empezó a patalear, a chillar, incluso me tiro del pelo. en ese momento no sé quién estaba sufriendo más, si ella o yo. T.T

llegamos a su casa y entre por la ventana de su habitación, dejándola en su cama sentada.

-solo espero que algún día me puedas perdonar, por el daño que te cause. - me dispuse a salir por la puerta, cuando me agarro por el costado de la camiseta.

-gracias por traerme hasta casa. sí, es verdad que me hiciste mucho daño, y estoy intentando de verdad perdonar, pero me va a costar tiempo, así que solo te pido eso... que tengas paciencia, la herida es muy grande como para que sane en dos días. - de verdad que no me esperaba esas palabras.

estaba poniendo una cara de niña buena que nunca le había visto, pero enseguida cambio por otra de enfado.

no quería saber que palabras escondían esa mirada, así que en un suspiro salí de su habitación cerrando la puerta tras de mí, me apoye detrás y suspire como nunca lo había hecho.

algo era algo, me estaba empezando a perdonar... eso me alegraba.

akane había cambiado de muchas maneras, pero era mala leche que le caracterizaba seguía estando ahí, y en cierto modo lo echaba de menos, todo de ella lo había echado de menos, por mucho que me opusiera a ese sentimiento, la había echado de menos, y ahora que volvía a estar en esta casa, no me volvería a ir, ni de la casa, ni de su lado, empezaba a quererla?

era ese el sentimiento que tanto me agarraba a ella? ¿a querer estar pendiente de ella a cada segundo? ¿a procurar que no le pase nada?

Akane 



de verdad estaba dispuesta a perdonarle? perdonar

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de verdad estaba dispuesta a perdonarle? perdonar... aun me sonaba rara esa palabra. desde luego algún día tendría que hacerlo, pero como le había dicho, para mí no sería fácil.

Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora