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yo me había subido a mi habitación para cambiarme, y desde el pasillo escuche como alguien sabia como un gorila y en una de las habitaciones se cerraba la puerta con muchísima fuerza.

no pude evitar pensar que era Ranma, y seguramente estaba en lo cierto.

cuando me hube cambiado me dieron intenciones de llamar a la puerta para que me aclarara un par de cosas, pero en ese mismo momento me llamaron desde abajo.

-akane, date prisa el chico lleva aquí un buen rato ya esperándote. - me dijo kasumi para que me diera prisa en bajar.

-lo siento, ya estoy lista. - dije bajando el último escalón.

-vaya akane, que guapa te has puesto. - me dijo mirándome de arriba a abajo.

me había puesto una minifalda, una blusa azul marino que iba metida por dentro de la falta y unos botines de medio tacón.

estuvimos durante un par de minutos sin parar de andar en ninguna dirección en particular.

-te parece que vayamos a tomar algo a una tienda de batidos gigantes que hay en el centro? - me dijo de repente parándose en seco.

-en el centro? - mi cabeza seguía deambulando por la conversación, o casi conversación que ranma y yo habíamos tenido en el dojo, y me tenía despejar. - vale, no tenemos nada más que hacer.

tomamos un taxi que nos llevó hasta el centro, la gente está por todos lados, y casi no podíamos ni andar un metro sin perdernos de vista, hubo un momento en el que lo perdí, pero a los pocos segundos noté como una mano cálida cogía la mía y estibara de mí.

-menos mal, no te he perdido jaja. - me dijo agarrándome de los hombros atrayéndome hacia él.

no pude evitar sonrojarme por la corta distancia que se había generado entre nosotros.

como pudimos al final llegamos a la tienda que él había dicho de batidos, entramos agarrados de la mano y el camarero nos tomó por qué éramos una pareja, y nos sentó en una de las mesas que tenía forma de corazón.

-vaya, nunca había visto una cosa así de cursi. - dije riéndome

-esto debe de ser nuevo porque siempre que he entrado nunca los había visto. - se hecho a reír conmigo. - por cierto, después de tanto tiempo y no te he dicho mi nombre aun... que descortés por mi parte, yo me llamo Ryu.- con esto se acercó un poco más a mí.

-encantada Ryu, y muchas gracias por lo que hiciste en aquel karaoke... creo que yo no hace falta que me presente. - dije ladeando una sonrisa.

-jaja creo que no, no hará falta. - cogió la una de las cartas de batidos y a mí me dejo otra para que pudiera mirar.

había toda clase de batidos, incluidos estos que llevan una banana y helado por todos lados.

-yo creo que me voy a pedir uno de chocolate con extra de chocolate y helado de chocolate. - dijo dejando caer la carta sobre la mesa. - esta que te mueres. - dijo abriendo la boca en forma de sonrisa.

-eres fan del chocolate, casi no se nota jaja. - dije mientras aun decidía cuál iba a tomar yo.

-saben ya lo que van a tomar? - dijo una camarera que se había acercado muy sigilosamente.

Ryu pidió su super batido de super chocolates y yo pedí uno de vainilla.

estuvimos charlando un rato más y notaba que Ryu cada vez se aceraba más, y yo cada vez estaba más incomoda, al fin nos trajeron los batidos y no era broma con lo de que eran enormes.

-con esto ya he comido para un par de semanas. - el vaso del batido se levantaba hasta llegarme a la altura de los ojos. -y esto como se supone que se bebe, si ni siquiera llego al borde del vaso. - dije echándome a reír por semejante brutalidad de batido.

-con una pajita que se han olvidado de ponernos, voy a buscarlas. - se fue durante unos segundos a por las pajitas y coloco una en mi vaso y el para el suyo tuvo que pedir también una cucharilla ya que tenía incorporado helado también de chocolate 

Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora