T/N Sano, hermana menor de Mikey siempre estuvo enamorada de Baji Keisuke, el amigo de su hermano, era prohibido para ella pero eso no impedía que ambos se quisieran, sin embargo, el día que Baji estaba a punto de declarársele este termina en la cár...
-¡T/n, mira por la ventana, esta lloviendo super fuerte!-exclamaba mi hermana Emma quien sorprendida miraba como nuestro jardín se llenaba de aquellas inmensas gotas que caían desde cielo.
El cielo se miraba bastante gris, para muchos un día con triste apariencia, para mi un día con calma y belleza, ese sonido de las gotas caer y esa sensación de frio hace que el chocolate caliente y los abrazos sean aun mas acogedores.
-¡Salgamos a mirar la lluvia!-le proponía a mi hermana quien entusiasmada asistía.
-No tan rápido-nos advertía nuestro abuelo quien sin tener que mover un solo dedo imponía una autoridad que era imposible romper.
-Ya escucharon al abuelo niñas, además se pueden resfriar-nos dijo nuestro hermano mayor Shinichiro quien acomodaba la mesa para comer.
-No se vale, ¿Por que a Mikey si lo dejan estar afuera con sus amigos en la lluvia y a nosotras no?-preguntó Emma enojada.
-Mikey es un rebelde sin causa y puede cuidarse solo, ustedes son mis princesas y no quiero que nada malo les pase-contestó nuestro hermano con una sonrisa que nos hacia no poder odiarlo-ahora vengan, a comer.
Emma y yo asentimos y procedimos a agradecer por la comida para poder degustar aquel delicioso platillo de ramen que nos había preparado Shinichiro.
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Al terminar aquella cálida cena mi hermana y yo nos retiramos a nuestro cuarto para al menos ver la lluvia desde nuestra ventana.
-¡Ya llegue!-exclamó Mikey a quien escuchábamos llegar seguido de la puerta principal abrirse-Traje un amigo, se quedará hoy a dormir.
-¡Hola!, buenas noches, ¿será que me podría quedar con aquí esta noche?, mi moto se averió-preguntaba el chico con voz algo tímida.
-Claro, hay ramen en la cocina si desean cenar algo-les dijo nuestro hermano mientras estos agradecían.
-Así que Mikey trajo a un amigo, ¿quieres ir a espiarlo?-me preguntó Emma.
-No, quiero seguir escuchando la lluvia, es relajante-le contesté mientras esta asentía y regresaba al cuarto.
Pasaron las horas y seguíamos escuchando aquel armonioso sonido hasta que nos quedamos dormidas, era una sensación acogedora aquella después de cenar y quedarse dormida con el sonido de la lluvia, sin embargo, escuche como un sonido diferente emanaba del cielo, ¡Eran truenos!, ¡Estaba relampagueando afuera!, definitivamente no me podía perder de aquel espectáculo por lo que me levante de mi cama en la cual Emma seguía dormida y sali a la sala para asegurarme no hubiera nadie quien me impidiera salir de la casa a mirar los rayos pero al parecer todos se habían ido a dormir.
Abrí con cuidado la puerta de la casa y sali hacia el patio para mirar aquel increíble espectáculo, me quede parada en medio del jardín y observaba sorprendida como el cielo se llenaba de aquellas luces.
