Wonderwall (l&h!)

xxɪᴠ. ғɪɴᴀʟ

Habían pasado tres días desde el apurado día en el hospital. Los exámenes de Anne habían salido perfectamente bien y ayer había llegado a casa. Estaba demasiado cansada así que la mayoría del tiempo se había pasado durmiendo o dentro de su habitación. Solo se levantaba a comer la deliciosa comida que Louis no se negaba a preparar y le agradecía siempre por haber cuidado a su pequeño Harry y le recordaba que no era molestia si se quedaba unos días más en su casa.

El primer día de clases en la universidad era hoy. Y era lunes, y como de pequeño al igual que todos los años de su vida Louis odiaba los lunes, pero por alguna razón este lunes no era odioso como los demás, talvez si despertaba así todos los lunes de su vida los amaría infinitamente. El rostro de Harry se presionaba en su hombro y su nariz casi rozaba su cuello, sus cortos rizos estaban desparramados en la almohada y Louis no pudo amar mas los lunes.

Finalmente, decidió que despertaría a Harry o llegarían tarde al primer día. Empezó acariciando su espalda con delicadeza y Harry empezó a removerse entre las sabanas, pero no abría sus ojos todavía.

—Vamos Hazzy, es hora de levantarse, amor —susurro Louis en el oído de Harry.

—Cinco minutos más —respondió Harry hundiendo su cabeza en la almohada.

Louis negó con la cabeza, pero no insistió más, así que se adentró al baño, se ducho, se lavó los dientes y se vistió con una simple sudadera verde junto a unos jeans negros y sus queridísimas vans.

Salió y se encontró con Harry en la misma posición, pero ahora con su cara hundida en la almohada que tenia su perfume impregnado.

—Hazzy levántate o llegaremos tarde —insistió. Al no obtener respuesta optó por su jugada final. —Te quiero en 15 minutos en la cocina o no hay besitos todo el día. —dijo antes de cerrar la puerta, alcanzando a ver como Harry se levantaba rápidamente de la cama.

...

Fueron en la motocicleta de Louis al mismo lugar al que habían asistido desde que eran unos niños. Solo que ahora simplemente no seria el mismo edificio. La institución en la que estudiaban contaba con un sistema completo de estudio, desde el jardín de niños, hasta la universidad. Se dividía en edificios según el grado en el que estuvieras, así que ahora Harry y Louis conocerían el edificio final.

Se adentraron al nuevo edificio que en realidad se parecía mucho al de la secundaria. Harry apretaba la mano de Louis que se encontraba entrelazada con la suya, estaba nervioso por lo que podría venir.

—Tranquilo amor, todo va a estar bien —dijo Louis cuando llegaron su primera clase, aunque lamentablemente no la compartiría con Harry.

Harry solo jugaba con la manga de la sudadera gris de Louis que cubría su cuerpo. Asintió y después de que Louis le diera un beso en la frente se dirigió a la clase que le tocaba.

Lamentablemente el destino creía que Harry debería llegar tarde ya que cuando pasaba por uno de los pasillos alguien jalo de la manga de su sudadera y lo acorralo contra la pared. Y Harry pensó que no volvería a ver esos odiosos ojos color miel, pero bueno aquí estábamos.

—Así que ahora eres la nueva puta de Tomlinson —dijo Mathew mientras pasaba su mano por una de las mejillas de Harry. —Seguro Tomlinson solo te follara y te dejara, pero tranquilo no me molestan las muñequitas usadas.

Harry sintió que las lagrimas iban a empezar a salir por sus orbes, pero no lo permitió. No podía dejar que Mathew lo viera llorando como la última vez.

—Sabes que... —dijo empujando el pecho de Mathew con toda la fuerza que tenía y logró hacer que su cuerpo dejara de acorralarlo —si quiera yo tengo alguien que quiera follar conmigo y no tengo que estar de urgido, acosando a cualquiera para que lo haga. —dijo dándole un último empujón con su hombro y dirigiéndose a paso rápido a su clase.