Capítulo 13

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-Oye, ¿pero que es lo que te pasa?

La gente de mi clase había adoptado un nombre especial que solo conocíamos Jennii, Luci y yo. Árbol, mierda, columna..Los 3 oficiales.

Y hay que fijarse en algo que hace que desconfíe mas todavía de esta persona. Sí, hablo de sus sueños.

-¿Sabéis que? He soñado con árbol, mierda y columna. Y vosotras estábais. Pero ¿sabéis lo mejor?-comenzó a decir.

-¿Qué? Cuenta más.- le dije para saber esta vez, que se había inventado.

-Que vosotras, Jennii y Ana follábais con ellos- dijoo muy entusiasmada.

Fijaros en la barbaridad que dijo. Pero esto no fue cosa de un día y ya..No. Esto se repetía día tras día. Cada día decía que había soñado con nosotras follando con ellos. Un día, pues vale que lo sueñes (aunque no es muy creíble). Pero todos los días soñar lo mismo, y con las mismas personas, pues ya no se creía nadie. Se notaba que era mentira.

Pero uno de los recuerdos que prevalece en mi mente y creo que jamas se me olvidará, es cuando le pregunté si conocía a una chica que "vivía cerca de su casa", y ella dijo que si.

Una chica inventada por mi, solo para saber si mentía o no.

-¿Tú conoces a una niña que vive donde tú, y que se llama Marinda?- pregunté intentando contener mi risa.

-Marinda..me suena. Sii la conozco, ayer estuve con ella.-dijo ella sin saber lo que estábamos tramando.

Capaz de eso y más.

-Ah, pues qué bien. Es que he quedado más de una vez con ella y es una amiga mía aunque no me cae muy bien- dije inventándome lo primero que se me pasara por la cabeza.

- Pues sí. Claro que la conozco, puesto que vive dos calles al lado mía y ayer mismo estuvimos juntas en mi casa. Aunque a mi no es que me caiga del todo bien, la verdad- dijo creyendo que yo decía la verdad.

En verdad yo todo esto lo hacía para saber si Lucía no paraba de mentir o si decía la verdad. Pero ya me estaba dando cuenta de qué era una mentirosa compulsiva.

-Pero ¿tú de que la conoces? Si es amiga mía.-me dijo.

-Pues porque un día me la presentaron y a partir de ahí quedamos.-añadí yo todo convencida de mis argumentos.

Junto conmigo me ayudaban a crear a la nueva Marinda, Jennii, Marta y rosa.

Iban pasando los días y cada uno de ellos, Jennii, Marta y rosa le contábamos algo sobre nuestra invención. Cada día a Lucía le llegaba más información sobre Marinda, qué claro como era de esperar nos daba la razón, aunque ella misma supiera que no existía. Se creía sus propias mentiras, y así no se podía llegar a ninguna parte.

Hasta que llegó el día en el que sucedió aquello que todos estábamos esperando. Nos encontrábamos en el patio, era la hora de nuestro rutinario desayuno, cuando se me ocurrió volver a hablarle de Marinda. Estábamos todos juntos, y ella, la falsa máxima, soltó la mentira más grande que jamás he podido escuchar de ella.

-¿Sabéis que? Que ayer llamé a mis amigos de Huércal, para que me ayudaran a pegar a Marinda porque me cae muy mal. Entonces ellos vinieron a la puerta de mi casa donde yo había quedado con esta chica. Y justo ahí delante de mi casa le pegamos entre todos patadas, puñetazos, golpes, arañazos, le tiramos del pelo..

Y al final una vez que ya estaba en el suelo, cómo lleva gafas, pues se las cogí las lancé contra el suelo y las pisé. Y le rompí las gafas, jajaja.

Bonita falsa historia fue lo que pensé cuando terminé de escuchar su relato. ¿Cómo es posible que haya hecho todo eso si ni siquiera existe la chavala y además ella conoce a muy muy muy poca gente en Huércal? Si la popularidad en Huércal se me viera del 1 al 10 ella estaría en el menos 1500.

Yo no me explico cómo la gente puede ser tan falsa y puede ser capaz de inventar de tantas cosas con tal de caerle bien a la gente.

Finalmente y tras echarnos miles y miles de carcajadas tras la historia, todos le dijimos a esta chica, qué Marinda no existía y que había sido una chica inventada por nosotros para ver como de falsa y mentirosa podía ser. A lo que ella respondió:

-¿Como va a ser mentira? Pero si Marinda vive muy cerca mía y además ayer mis amigos y yo le pegamos.. No puede ser. Eso no es verdad me estáis mintiendo.

Le habíamos pillado, y ahora estaba intentando excusarse. Jamás había mentido como aquel día. Y aquel día recordé cómo empezó nuestra supuesta relación de amistad. Recordaba como aquella chica rubia parecida a una chiquilla que salía en televisión se juntaba conmigo y con el resto de la clase. Y que poco a poco cambió y dejó de ser aquella pequeña niña que tanto me llamó la atención.

Ahora era repelente y muy asquerosa. Ahora tiene un corazón que ni siquiera dándole con él martillo más grande del mundo podría romperse. Un corazón de piedra tan pequeño, que yo creo que algún día llegara a desaparecer, si es que no lo ha hecho ya.

Aunque de vez en cuando nos peleábamos, al día siguiente o a los dos días ya volvíamos cada una a nuestro estado natural. Ella seguía siendo la misma rancia de siempre y yo seguía teniendo le un asco impresionante que jamás me atrevería a decir.

Otra de las peleas muy frecuentes que teníamos era cuándo yo le pedía a mi supuesta mejor amiga que me prestara sus rotuladores y bolígrafos que tenía en su estuche qué más que un estuche parecía la papelería 24 horas porque ahí dentro había un almacén entero de bolígrafos rotuladores reglas, gomas, lápices y todo lo que puedas encontrar en una papelería.

A lo que ella respondía que no. Como no, raro en ella. Por favor pero si ella es la chica más generosa y bondadosa y amable que ha pisado jamás la tierra.( nótese la ironía)

Pero si ella era una niña muy buena que respetaba a todo el mundo y no criticaba a nadie y cuando le pedía algo siempre te hacía el favor porque te quería mucho.

Esa chica que jamás te decía que no que su palabra favorita era sí. Que a todo lo que le pedirías te decía que sí sin importarle nada ni nadie. Esa chica de la que estoy hablando y que tiene un nombre tan bonito nunca te decía que no. Siempre te prestaba sus bolígrafos y te daba de sus hojas de cuadros cuando a ti te faltaban. Por Dios no digamos jamás que esta niña era una mala persona no vaya a ser que se ofenda un día de estos y lo peor que nos haga sea mandarnos un poquito a la mierda.

Todo el mundo está hasta las mismas narices de este demonio. Nadie aguanta ni la soporta. Y ahora puedes verla sola amargada y..

Una rubia un poco repelente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora