Aquel día lo pasé fatal. MILAGROS era mi tutora de segundo de primaria. Recuerdo ese año como el peor de todos, o quizás uno de los peores. Muchas veces, en clase mis compañeros y compañeras hablaban, y automáticamente MILAGROS se acercaba a mi y hacía que me levantase. Trás esto, podía hacer multiples cosas: coger como 4 o 5 libros y darme con ellos en la cabeza, levantarme del suelo, solo cogiendome la oreja, tirando mi mesa al suelo...
Uno de esos días, fue en el que yo, no hablaba.
-Ana, ¡¡QUE TE HE DICHO QUE NO QUERÍA VOLVERTE OÍR HABLAR!!-me dijo.
-Pero si..
-Que no me repliques.-volvió a responder. Y tras esto, se levantó de su silla, se acercó a mi, y me sentí en el infierno. Me levantó de la silla. Me cogió la oreja derecha y me levantó cono 3-4cm del suelo. Yo miraba a mis compañeros, a la vez que intentaba aguantar las ganas de llorar. Los veía asustados, me miraban con cara de pena. Pero yo no podía hacer nada.
En más de una ocasión similar en la que esta profesora me pegaba, yo miraba a Lucía. Pero ella, evitaba mi mirada. La esquivaba. Eso me hizo sentir muy mal. ¿La estaba perdiendo? No. Ella se estaba alejando poco a poco de mi.
Empezó a convertirse en una falsa.