𝐌𝐢 𝐄𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐌á𝐬 𝐁𝐫𝐢𝐥𝐥𝐚𝐧𝐭𝐞 - 𝘉𝘪𝘣𝘪 𝘹 𝘚𝘢𝘯𝘥𝘺

No era mi plan estar junto a ti

Penny habría anunciado en general sobre el comienzo de las partidas de atraco, modalidad escogida por el trío pirata gracias a la cantidad enorme de tesoros que guardan en ciertas cajas de seguridad.

- Cada uno podrá formar equipo de tres de su agrado, serán 6 equipos con quienes crean que puedan coordenarse entre sí para ganar, los equipos que ganen y abran las cajas de atraco que están llenos de tesoros, ¡será todo suyo! – explicaba la ruda pelirosada. — Escojan bien los líderes dentro de su equipo, será quien ustedes vean que podría pensar las estrategias para llevarlos a la victoria.

- Wawuwawebiawohuaw! – decía Tick haciendo el intento de contribuir a las palabras de Penny.

- Sí... gracias Tick. También, los equipos irán en orden de participación dependiendo de su misma suerte a los líderes escoger entre mis bolsas de dinero, la cantidad de la suma de mis monedas que hay dentro de la bolsa que agarren les dirá en cuál de las 6 rondas que habrán ustedes participarán.

- Espero no les toque la sexta ronda, ¡porque la pelea será con nosotros, yar! – advertía Darryl, con aires de grandeza.

- Jijijiji, es cierto. Y dudo mucho que puedan con nosotros- sin más que añadir. ¡Formen sus equipos! – una vez que Penny dijo esto, Bibi y Sandy que estaban en ese preciso momento juntos, dejaron de mirar a la chica pirata para mirarse entre sí de nuevo.

Ésta vez no se mirarian con ilusiones, ahora ambos sentirían algo de vergüenza. Ya que Sandy estaba desesperado por poder ganarle a Bibi en una partida pero sabe que si él se une a un equipo con ella eso sería prácticamente imposible. Y Bibi porque tenía ganas de pedirle a formar un equipo al chico que tenía frente suyo, pero recordó que intentó antes ofrecerle algo y no salió como esperaba.

El orgullo de Bibi era abundante, por lo que estaba a punto de dejar a Sandy para encontrar a algunos que fueran su equipo, ya que no era posible quedarse por fuera ya que todos estaban perfectamente medidos para un 6x6, hasta que Nita salió del barril y se acercó con emoción hacía la mesa de aperitivos donde solo estaban Sandy y Bibi.

- ¡Raaaawr! – rugía la niña osezna, mientras se colocaba en medio de ambos para abrazarlos imprudente con sus dos brazos, uno por brazo, dando a entender que quería un equipo formado por ellos.

- (...) – Sandy y Bibi no se sentían incómodos, pero sí muy apenados por la sorpresa. Ya les quedó claro que les tocó estar juntos. Bibi era quien sentía mayor vergüenza, pasó de querer mostrarse superior a trabajar en equipo con alguien que ni le ha aceptado algo de comida pagada. Sandy se desilusionó por el lado de querer y no poder vencer a Bibi, a ella y a su orgullo.

- Está bien... Seamos un equipo, jeje. – dijo Bibi en voz baja pero con un tono algo feliz. Aunque lo decía más por Nita, ella adoraba a Nita ya que ella a pesar de ser una niña tiene una fuerza indudable y siempre actúa a tiempo y sin dudas de nada, es salvaje e intrépida. Eso le gustaba a Bibi.

Sandy no diría nada, sólo bostezaría para después sonreír. - Bibi, deberías ser la líder de equipo.

- Obvio que sí, soy totalmente capacitada para ordenar toda una jugada victoriosa para llevarnos el premio. Lo he hecho mil veces antes en béisbol.

Bibi estaría hablándole de frente y con mucha cercanía a Sandy, pues Nita no los había dejado de abrazar. Bibi soplaría una burbuja de chicle que por poco roza los labios del pelimorado soñoliento, mientras ella tenía una mirada retadora y muy segura de sí. La burbuja la reventaría a propósito antes de que tocara los labios ajenos. — Me alegra que tengas claro quién es la mente maestra.