𝐌𝐢 𝐄𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐌á𝐬 𝐁𝐫𝐢𝐥𝐥𝐚𝐧𝐭𝐞 - 𝘉𝘪𝘣𝘪 𝘹 𝘚𝘢𝘯𝘥𝘺

Ayuda en Tara's Bazaar

- ¿Sabes qué sí parece estar hecho de azúcar?

- ¿Qué cosa?

- Tú... – se dirigía Sandy hacia Bibi.

- Ay, no seas cursi, Sandy... – respondió Bibi, con un ligero rubor sobre sus mejillas. Atrás de ella todo parecía ser muy borroso y oscuro, también algo distorsionado como la música en bucle al fondo, todo lo que Sandy podía ver nitidamente era el rostro de Bibi apenada y con sus ojos fijos en él.

- ¿Lo ves? Eres muy dulce, aunque quieras verte amarga – añadía Sandy, mientras se levantaba un poco de su puesto para acercarse a ella — (Y apuesto que sabes muy dulce, también...)

Sandy posó una mano para afincarse en la mesa y la otra la llevó a la mejilla de su acompañante para sostener su rostro, con intenciones de poder besar aquellos labios que él tanto deseaba probar.

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Un pequeño escándalo irrumpió a las afueras puertas del palacio durante la noche, alguien desconocido se había colado para robar una de las lámparas de Genio, pero el mismo Genio se enteró de esto y con su mano mágica pudo atrapar al malhechor y quitarle lo que a él le pertenece.

Sandy, que se había quedado dormido tras haberse sentido mal por tomar alcohol demás, se despertó con un estado mucho mejor al anterior cuando escuchó que sucedía algo afuera de su ventana. Esto lo alarmó un poco ya que, no lleva mucho en el palacio y desconocía qué pasaba. También porque estaba abrumado por otro sueño que tuvo con Bibi, probablemente por los recuerdos perdidos que tuvo con ella en la taberna.

Sandy tomó energías de quién sabe donde y recorrió todo el palacio hasta salir afuera, viendo nada más a Tara, Genio, a alguien que parecía ser un Mortis despiadado y a un Rico guardián. No los había visto antes, pero quizá sea porque sólo los ponen a trabajar de noche.

- Mmmh-Mmmh!!! – gruñía Tara, ella no demostraba tener palabras para lo que estaba viendo pero su enfado parecía no quedar muy atrás.

- Qué... está pasando? – preguntó Sandy desde la gran puerta de entrada.

Su pregunta no había tenido respuesta en ese instante, pues Rico y Mortis parecían estar muy ocupados cargando a alguien que parecía ser un mercader de la zona para lanzarlo a un portal oscuro de Tara. Ya una vez lanzado el portal se cerraría.

- (...De acuerdo, espero sea un portal hacia otro lado de este mundo, al menos) – pensó Sandy.

Genio recuperaría la lámpara que por poco pierde de su mercancía y la lleva a donde estaba con seguridad. Tara se dirigió hacía Sandy.

- ¿Qué haces despierto?

- Escuché mucha bulla y eso interrumpió mi sueño...

- Hmm. No fue nada, sólo que alguien intentó robar algo pero Genio se dio cuenta muy rápido, se trataba de sus lámparas y cuando se trata de ellas pues nadie pasa desapercibido.

- En sí ya es difícil que algo salga desapercibido para ti...

- Mhm, tienes razón – decía con buen humor mientras su ojo frontal parecía mostrarse feliz. — Así como veo que estás mucho mejor, ¿te tomaste tu sopa?