Mordida...

133 16 0
                                    

No pude dejar de pensar en YooHyeon y su estúpido guiño, tampoco en lo que le iba a decir a HoSeok sobre el malentendido y sobre SiYeon.

Realmente esas tres cosas me comían la mente, sumado estaba tan aburrida. Todo lo empecé a anotar en mi cuaderno, y cuando digo todo es literalmente todo.
Saqué una flechita a la opción A (YooHyeon y sus actitudes) y anoté que me guiñó el ojo en un tono ¿coqueto? ¿Acaso me estaba coqueteando indirectamente? Si ese es el caso entonces se lo dejaré en claro mañana. (Remarcado con rojo como urgente)

Opción B, hablar con SiYeon y pedir más respuestas. No quiero presionarla pero las necesito.

Y por último opción E (HoSeok), hablar con él sobre estas cosas y aclarar el puto malentendido.

Escribí una última opción (la número F) que dice de hablar con YongSun sobre SiYeon.

¡Tantas cosas que hacer y sin ganas! Recordé que tenía que ir a comprar la comida para que MinJi o MinSeok la cocine esta noche porque si yo cocinaba iba a incendiar la casa. Pero lo bueno es que ya no viviré a base de pollos fritos, comida china y ramen barato.
Y ahora pensándolo bien... MinSeok ha estado saliendo a seguido. No es que quiera saber a donde va o lo que sea pero me extraña ya que él no es de salir. O tal vez va a uno de esos clubes nocturnos gays para pasar el rato mientras no esta su novio SeHun.

Hablando de novios... Creo que ya es tiempo de intentar buscar a alguien lo suficientemente perfecto como para romper la capa de hielo que cubre mi corazón. No es que verdaderamente una capa de hielo cubre mi corazón, sólo que que no soy muy abierta a las personas que no son cercanas a mí, como SiYeon.

Pero con ella es diferente. Siempre que estoy a su lado me siento diferente a como realmente soy. Cuando me sonríe o su mano se entrelaza con la mía me provoca una sensación extraña en el cuerpo, porque de pronto estoy sonrojada o mi corazón empieza a latir con más rapidez y no se que pasa con mi mente que no reacciona cuando quiero. O también cuando su rostro de encuentra cerca del mío, incluso cuando sus brazos me rodean, nuestras miradas encontrándose y quedarnos así por varios minutos.... Algo va mal dentro de mí y lo se perfectamente. Es prácticamente imposible que dentro del poco tiempo que la conozco ya provoque esas cosas extrañas.
Quiero obtener respuestas acerca de este fenómeno que me sucede... No puedo seguir así cada vez que SiYeon se encuentra a mi lado. Duele y molesta, no físicamente sino mentalmente.

Debería consultarlo con alguien que sabe de este tipo de cosas y la persona indicada es MinSeok, algo me dice que él sabe la respuesta.

Aish SiYeon... ¿Qué es lo que me provocas? ¿Por qué me siento así cuando siempre estás conmigo?

—¿SiYeon dónde estás? Quiero que estés a mi lado... —cerré mis ojos lentamente y suspiré pesadamente.

Y como siempre Dios escucha mis plegarias apareció. Sé que estaba detrás mío porque estaba sentada de espaldas a la ventana y escuchaba el ruido de la madera crujir, eso la delataba.
Pero tan pronto como escuché jadeos mi corazón empezó a latir rápidamente y asustada por su comportamiento volteé para encontrarme con una SiYeon sudada y roja.

Cuando nuestras miradas se encontraron pude decir con claridad que sus ojos eran de otro color. Ya no eran esos azules grisáceos que emanaban felicidad y misterio, ahora eran solo grises.
Me acerqué a ella pero se alejó un poco levantándose de la cama sin decir una palabra y me miró mientras su lengua pasaba lentamente por su labio, probablemente para mojarselos.

No se que mierda le pasaba, pero no podía estar así. Necesitaba sus cálidos abrazos rodeando mi cintura, necesitaba ese aroma a vainilla y chocolate que me volvía loca, la necesitaba a ella por más raro que suene.

Y la abracé, sin esperar que a que me diga o reclame algo.

Pero algo no andaba bien porque no correspondió mi abrazo, o sea si lo hizo, pero no con la misma fuerza de los anteriores.

—¿Qué sucede SiYeon? —pregunté mientras mi cabeza se encontraba en su cuello y respiraba ese hermoso aroma. Había soltado un jadeo cuando pegué mi cuerpo con el de ella. Se quedó en silencio por unos segundos así que decidí volver a hablar— ¿Singnie...?

— Princesa yo... te necesito. Te necesito mucho —hablo entrecortada y entre jadeos.

Pero lo que me sorprendió fue que tomó mis caderas con fuerza y la arremetió contra la de ella, chocando mi espalda contra la pared. Sentí algo duro que tocaba mi feminidad, soltando así un gemido ronco que hizo que un ardor de alojara en mis mejillas.

La observé y en sus ojos se notaba nada más y nada menos que lujuria. Ella me quería para eso, para saciar sus necesidades sexuales. No estaba lista para esto, no quería perder mi virginidad así de fácil.

—¡S-Singnie para p-por favor! —exclamé tratando de zafarme de su agarre, pero la maldita tenía fuerza.

—Quiero que seas mía princesa. Te necesito, te necesito ahora mismo.

Trataba de besarme, toquetearme, sacarme la remera, todo lo que se asemeja a una violación.
No quería que terminara así, ¡no quería que SiYeon terminara violandome! Pensé que era una chica normal, alguien de quién pueda pedir algo, alguien confiable, ¡pero no! Era igual a los otros, solo quieren sexo, sexo y satisfacer su necesidades.

Antes de que de un gran grito y alguien me escuche para sacarme de aquí, sentí como algo en mi cuello que luego de algunos segundos se transformó en dolor.

Algo caliente y líquido brotaba por mi cuello y deduje perfectamente que era sangre porque cuando SiYeon se alejó vi una sustancia roja escurrida por toda su boca.

The princess and her wolf | SuaYeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora