The princess and her wolf | SuaYeon

¿Lo sabe?

Ni siquiera paso más de la mitad de la semana y mi cuerpo ya no daba para más.

Correr es la única cosa que odio ya que mi cuerpo no puede soportar grandes distancias sin al menos parar a descansar un poco o a tomar aire. En sí correr mucho me deja sin aire, literalmente, por eso lo odio.

 —¡Anímate hermanita ya queda cerca!

—Espera... un... segundo... —dije tratando de tomar grandes bocanadas de aire para poder respirar bien porque si no me ahogo y muero aquí mismo.

Él se acercó a mi y me extendió una botella que no se ni en que momento tenía consigo desde el trayecto de casa a el medio del bosque donde estábamos varados gracias a mí y mi torpeza con el atletismo. Rápidamente la bebí y me la terminé en menos de diez segundos, ¡wow!, creo que rompí mi récord anterior.

Cuando al fin pude recomponer la postura lo observé, él ni siquiera parecía cansado aunque lo intente.

—Ya estamos cerca pequeña.

—Espero q-que tengas razón, sabes perfectamente que el b-bosque me da miedo ¡y más si estoy de noche!

—No te preocupes que MinSeok es tu protector —sonrió e hice lo mismo, tan valiente como siempre—. Ahora sigamos que tenemos poco camino.

Los pasos eran silenciosos, hasta podíamos escuchar nuestras propias respiraciones combinándose para lograr un sonido más fuerte.

"Te estoy viendo, Kim BoRa"

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, no se como ni se por qué pero algo me dice que alguien estaba observándome de lejos. Volteé tres veces y expectee todo mi alrededor, me era demasiado imposible ver con esta noche muy oscura y fría.

*Aullidos*

—¿Ah? ¿Lobos? YongSun nunca dijo que habían animales aquí —habló MinSeok tranquilamente.

—No te dijo nada porque para ella son inofensivos, pero aquí viven miles de cosas que jamás te imaginarás que existen.

—¿Cómo qué? —preguntó divertido— ¿Quizá un lobo gigante de aspecto tenebroso con ojos azules?

Si nunca mencioné nada de ella...

¿Qué? ¿Acaso él lo sabe? No no no ¡esto no puede ser cierto! Su descripción concuerda perfectamente con la chica que jamás me dijo su nombre. Él no lo sabe, de seguro YongSun anduvo de chismosa maldita homosexual.

—¿Cómo lo s-

—YongSun me contaba la misma historia de pequeño. El gran lobo blanco que habitaba por estos bosques era tenebroso para ese entonces pero me di cuenta que no es real, básicamente nada de lo que dice ella es real.

No me lo esperaba, andando de chismosa por todos lados.

—Apuesto a que tú la sabes —se adelantó a decir.

—La primera vez que me la contó fue hace varias semanas, cuando ella enfermó y yo la vine a visitar por pedido de mamá.

—¿Y no te encontraste nada raro por aquí? Siento que algo te pasó —aseguró.

En realidad me pasaron muchas cosas hermanito pero no te las puedo decir aunque quisiese gritarlo por todo el mundo. Sé que no puedo mantener lo que vi por mucho tiempo, pero no me vas a creer cuando te lo diga, nadie lo hará a menos que la vean en persona y yo no arriesgaré su vida.

¿Pero qué mierda estoy diciendo? Si debería odiarla.

Pero no puedo. Odiar a las personas no es lo mío, ni menos a alguien que supuestamente me salvó y perdonó la vida.

"Nunca te atreverías a odiarme. Sé lo que pasa por tu mente ahora mismo"

—¿Bboya? ¿Estás bien? Te ves más pálida de lo normal —su mano pasó por mi frente para ver si me encontraba "con fiebre"—. ¿Tienes frío? Estás hirviendo.

Pero no me siento como si estuviera "hirviendo", mi cuerpo no siente nada. Lo único que creo sentir es que alguien me observa, pero como ya dije, no hay nada detrás nuestro... ¿o sí?

"Si crees que tus ojos no pueden verme estás realmente equivocada"