17. La llamada

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El plan que Rob y Joshua tenían de ir a la casa del castaño tuvieron que dejarlo para después; ya que Rob tenía una junta imprevista con sus socios y debía irse a la empresa.

Por otro lado, Joshua pasó una tarde aparentemente cómoda con Marie, como era de esperarse, ella se ofreció a ayudarlo en lo que necesite en forma de agradecimiento por haberla dejado quedarse estos días en su departamento.

Se llegó la noche y ambos estaban viendo una película, Joshua estaba por quedarse dormido, cuando su celular comenzó a vibrar sobre la mesita de noche.

—Hola —saluda el rubio, tratando de ocultar su entusiasmo a la llamada de Rob.

—Hola, ¿cómo estás?

—Bien, solo siento un leve dolor en la pierna.

—¿Ya cenaste?

—Sí. Marielle compró una pizza. ¿Y tú?

—Mmh... había pensado en cenar algo juntos, pero ahora que lo menciono sería raro con Marie allí.

Joshua ríe entredientes—. Lo sé. Quizá después.

—De acuerdo. Te dejo descansar, cualquier cosa no dudes en llamarme.

—Gracias. Buenas noches.

Termina la llamada y voltea hacia donde Marielle estaba, ahora se sentía más incómodo que antes. No le gustaba para nada fingir y sabe que ella no se merecía una traición así. La culpabilidad lo estaba invadiendo en estos momentos.

—¿Necesitas algo? —pregunta ella al darse cuenta de que Joshua la estaba mirando.

—Eh... no —lo piensa mejor—. ¿Podemos terminar de ver la película mañana? Estaba a punto de quedarme dormido.

—Claro —sonríe y se levanta de la cama para irse al sofá, donde ella dormía— Descansa.

(...)

A la mañana siguiente Marielle había despertado con buena energía y ánimos de ejercitarse un poco. Desde que discutió con Robbie y se fue de su casa no había ido al gym y decidió que ya era hora de volver, además, quería despejar su mente ¿y qué mejor que haciendo ejercicio?

Bebió un jugo de naranja antes de dirigirse al gym y le dejó una nota a Joshua para cuando despierte.

—Creí que ya no te vería por aquí.
Marie gira la cabeza hacia un lado encontrándose con Aldrich detrás de ella. Le sonríe apenada—. Hola, Aldrich. Lamento no responder tus mensajes, estaba pasando por un mal momento.
El chico frunce el ceño y parece interesarse en lo que le pasa a Marie, así que camina detrás de ella para continuar con la conversación—. ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? Puedes contar conmigo, Marie.

Ambos checan su entrada y se dirigen a los casilleros.
—Estoy bien. No te preocupes —sonríe un poco tratando de ocultar lo que realmente siente, pero no le parecía buena idea hablar del tema en ese lugar.

Aldrich estaba casi seguro de que Marie está mintiendo, pero decidió no insistir y comenzaron con su rutina de ejercicios.
Luego de aproximadamente media hora de rutina, Aldrich decide detenerse al ver que Marie estaba un poco distraída, lo que provocaba que hiciera algunos movimientos torpes y a él le preocupaba pues era peligroso, ya que podría hacer un mal movimiento y lesionarse.
—Hidrátate —dice el chico, pasándole su botella con agua.
Marielle sigue su indicación y bebe de la botella mientras que los pensamientos negativos daban mil vueltas por su cabeza.
Suelta un suspiro dándose por vencida. Debía hablar de todo lo que sentía y tal vez nunca pensó que con Aldrich, pero ya no podía aguantar más. Lo mira fijamente mientras él abrocha sus agujetas, y murmura entre dientes—. Creo que Robbie me engaña.
Aldrich la mira de inmediato, no muy seguro de lo que acaba de escuchar—. ¿Qué dijiste?
—Necesito hablar de lo que me pasa, pero aquí no. ¿Podemos ir a otro lugar?
Él asiente sin pensarlo dos veces—. Claro, vamos.
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⏰ Última actualización: Aug 11, 2021 ⏰

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